MADRID, España.- La mujer es un complemento importante del hombre, y juntos pueden lograr cosas maravillosas, siempre y cuando exista un respeto mutuo, dejando atrás situaciones de menosprecio y maltratos físicos o psicológicos.
Todos los extremos son negativos, no dejan lugar a la cordura. El machismo ha sido funesto, pero, el feminismo absurdo y radical, también puede llegar a serlo.
Los hombres le temen a las feministas radicales que insisten en convencer a las mujeres de que ellos no son necesarios en sus vidas. Los varones se sienten acorralados, pues tienen hasta el temor de cortejar románticamente a una chica por miedo a ser señalados como machistas acosadores, chulos, sobre todo en los países donde se ha prohíbido y penalizado a los varones decir piropos a las hembras.
Dentro del movimiento feminista existen diversas tendencias que abarcan desde pensamientos, posturas, acciones lógicas liberales, hasta posiciones duras e intransigentes, totalmente radicalizadas, que muchas veces chocan por la falta de incoherencia, como negar, entre otras cosas, que los hombres y la mujeres biológicamente son diferentes.
Precisamente son los roles de géneros biológicos los responsables de que un hombre y una mujer puedan procrear a seres humanos, y que la maternidad sea exclusivamente para el sexo femenino, una circunstancia, que al igual que los periodos menstruales, solamente experimentan las mujeres. Todavía no se han reportado hombres preñados, o con la regla, por más políticas e ideologías de género que quieran inventar.
Así como la mujer genéticamente no es igual al hombre, en otros aspectos sí lo es, como en lo intelectual, en lo laboral, con excepciones de trabajos que requieran la fuerza física bruta, que excepcionalmente algunas féminas pueden tener.
Actualmente, en los países democráticos la presencia de la mujer es notable en todas las esferas de la sociedad, principalmente en áreas de trabajo que años atrás eran sinónimo de masculinidad, como formar parte de las Fuerzas Armadas, ser pilota comandante de un avión comercial, conductora de trenes, chofera de taxis, camiones, en lo deportivo, el fútbol, béisbol, y muchas otras disciplinas de altos conocimientos de la ciencia, arte y letras. Las mujeres también se han convertido en líderes en áreas de poder llegando a ejercer de primera ministra o la presidenta de países de diferentes continentes, por lo que el feminismo fanático es absurdo.