Detalles interesantes de las ruinas
de San Nicolás de Bari

Detalles interesantes de las ruinas <BR>de San Nicolás de Bari

POR SEGUNDO ANTONIO VASQUEZ
El monumento más representativo del estilo renacentista que podemos encontrar en la Zona Colonial son las ruinas del otrora Hospital de San Nicolás de Bari, situado en la calle Hostos, esquina Luperón. Fue fundado el 29 de noviembre de 1503, por el progresista gobernador Nicolás de Ovando, quien también puso las primeras piedras de casi todos los grandes edificios públicos coloniales que la urbe ostenta.

Este monumento fue restaurado en el año 1976, consolidado y ambientado por la Comisión de Monumentos Históricos de la Ciudad Colonial, cuando el organismo era presidido por el ingeniero e historiador Ramón López Penha. Los trabajos arquitectónicos fueron dirigidos por el arquitecto conservador Christian Contín.

Lo más curioso de este edificio es su entrada terrestre, cuya superficie es la única que exhibe fragmentos de elementos arquitectónicos en piedras talladas que muestran la peripecia de verdaderos maestros del arte pétreo, quienes manejaban el trazo lineal en ellas con elevada calidad. Asimismo, hay otros restos empedrados compuestos de molduras que coronaban pilastras y partes de columnas cortadas por los elementos, tanto allí como en el interior.

Además, presenta las partes de un corto arco de piedra de medio punto, cuya curva tiene tallados de curiosos festones ondulados y flechas, montado encima de una base de ladrillos intercalados, cuyas separaciones tienen huecos más profundos. Posee un decorado renacentista de nombre «Moldura Lesbia». Arco que a la entrada le da un aspecto atractivo debido al color del ladrillo combinado con el gris de las rocas.

Allí dentro se conservan los muros empedradas, los de tierra apisonada en moldes que la endurecieron y las partes enladrilladas. Modelo característico de la época de los Reyes Católicos, debido a que su planta tiene arcos similares a los fundados en el siglo XVI. También, hay ventanas que en los laterales arrimados a la pared tienen asientos de ladrillos.

Se aprecian partes de una columna de piedra arrimada al muro noroeste, como también dos embebidas en la pared frontal, las que son redondas. Su base, cuadrada, tiene adornos tallados; además, la parte superior que las unen es una arcada del mismo material. Son consideradas como las mejores encontradas aquí. Está la parte interna y cóncava de una variedad de arco del estilo gótico que se conserva intacta, y la superficie exterior nivelada está cubierta con pavimento enladrillada, aunque en otras partes interiores están los originales.

Se observan unos arcos de ladrillos que fueron reconstruidos hace más de 40 años por el departamento de Obras Públicas, quien continuó el mismo procedimiento antiguo. (Datos suministrados por el ingeniero historiador López Penha).

Delante están los muros consolidados con un contrafuerte escalonado de refuerzo, como igual, residuos de una gruesa pared que divide dos partes comprendidas entre otros, donde se observa una puerta de acceso al primer piso, cuya parte superior está impermeabilizada. Así, para reforzar la edificación hay vigas de hormigón armado puestos en los mismos huecos que estaban los originales de madera.

A la derecha se pueden ver las piedras principales que encierran el techo de la segunda planta, las cuales cubren el espacio entre dos muros ubicados en el centro de las partes comprendidas entre ellos. Aparecen los adornos que sobresalen de los arcos que están apoyados unos de otros, igualmente, está la arquería enladrillada que va de una esquina a otra.

Es curioso observar en los arcos que van de un ángulo al opuesto, resistentes columnas de piedra que le sirven de sostén a estos, uno de los cuales permanece intacto.

En realidad, su estructura también está concebida al estilo gótico asociado con elementos romanos, aunque en lo alto aparecen arcos enladrillados de formas mudéjar.

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