MADRID, España.– El cómico norteamericano Jimmy Kimmel se pasó de chistoso cuando le preguntó al actor Milles Teller acerca del lugar que había escogido para su despedida de soltero, respondiéndo el artista, “República Dominicana”, a lo que el bufón cuestionó en tono de burla, si no había disponibilidad en Siria.
El actor Milles Teller, sorprendido por el comentario del cómico le manifestó que la República Dominicana y su gentes son muy bellas, y que estaba sorprendido de escuchar todo lo que están diciendo (seguramente refiriéndose a la campaña negativa en torno al país y al turismo dominicano, que pese a todo sigue diariamente recibiendo miles de visitantes satisfechos de vacacionar en tan hermoso, y acogedor país caribeño).
El cómico Kimmel, con ese malicioso comentario, cometió doble irrespeto al comparar, en su programa de televisión, a la República Dominicana, donde la vida cotidiana transcurre en un clima de paz, con la destruida Siria, azotada por una guerra, durante casi una década, que ha dejado más de medio millón de personas muertas, y millones de refugiados.
Al menos en la República Dominicana los estudiantes no tienen el temor de que un alumno con ametralladora en mano entre a un centro docente y mate a varios compañeros, y maestros. Tampoco, el miedo de estar en un restaurante, un parque, o caminando inocentemente por cualquier calle, y que desde la azotea de un edificio cualquiera, un desequilibrado, un resentido social, o un fanático con un arma en la mano decida cazar a personas como si se tratara de pajaritos.
La mofa es injusta con la República Dominicana, pero es cruel y cínica con Siria, una nación en ruinas, bombardeada por varios países que se disputan sus riquezas naturales, entre ellas el petróleo.
Según datos de organismos internacionales, más de 10 000 niños sirios han desaparecido, y suponen que muchos de ellos fueron violados, asesinados o secuestrados.
El único pecado de Siria es ser un país con una riqueza envidiable, que muchos apetecen, incluyendo el país del cómico Kimmel.
Este cómico debería pedir perdón por su desafortunado comentario, y reflexionar que “la paz y seguridad” de la que goza su país, y también todo el confort que disfruta, al igual que muchos de sus compatriotas, se debe, en parte, a las desgracias de otros, a quienes destruyen, como a Siria, para quitarles sus riquezas naturales.