Detalles ornamentales
en dos capillas catedralicias

<p>Detalles ornamentales <br/>en dos capillas catedralicias</p>

POR SEGUNDO ANTONIO VASQUEZ
El conjunto de dos capillas catedralicias de renombre presenta estructuras ornamentadas y los curiosos elementos artísticos religiosos más valiosos en un templo nuestro.

En la Catedral Primada de América al lado de la puerta sur se puede observar la capilla del Sacramento, la cual siendo de planta rectangular es la única cuyo frente exterior que dá para la Plazoleta de los Curas sobresale sobre los techos de los demás oratorios.

 Ésta la cubre una cúpula en forma de red que por medio de triángulos curvilíneos la orilla y está ornamentada en el centro por tallas de piedra platerescas entre rombos, la cual interiormente la sostienen pequeñas columnas estriadas que contribuyen a levantar su altura adosadas a la pared, además, su parte inferior está rematado por decorados sobresalientes de uno plano con cabezas de ángeles.

 Su entrada tiene un arco de medio punto cuyo marco es un tallado en piedra que en la parte arriba se abre paralelamente dejando un espacio el cual encierra un decorado de calados del mismo material que es de estilo ojival, cuya parte central presenta el campo de un escudo totalmente borrado, donde la otra curva presenta molduras triples ojivales.

Esta, lateralmente presentan en las partes verticales que sostienen la superior otras cabezas de angelotes, espirales y flores de pétalos ahuecados, como también de conchas.

También, en el muro lateral oeste se puede observar otra puerta de arco escarzano enmarcada de piedra y la curva de ladrillos cerrada, ya que antaño se unía a la capilla vecina.

El alto de la pared del fondo tiene tres ventanales arqueados con vitrales de colores cuyo soporte de piedra en el vértice esquinero de cada uno forma un abanico abierto. En los lados aparecen dos altísimos tragaluces con seis molduras, cada uno formando trilobulados. Igualmente los hay en dobles ventanas que unidas están en el lado este.

Al fondo centralmente hay un retablo barroco tallado en caoba con grandes hojas de acanto que cercan una cruz rehundida en el medio con otra más pequeña de marfil, y debajo aparece el sagrario de plata repujado y cincelado adornado con objetos florales y con el águila bicéfala.

También, en todos lados la adorna catorce pinturas del dominicano samanense Teodoro Chasseriau, enmarcadas en cuadros ovalados a modo de medallones, donde están los doce Apóstoles y los dos Evangelistas, únicos en un templo.

Sin embargo, la capilla de los Dolores ubicada entre la puerta norte y la de Las Ánimas tiene el privilegio de ser la primera que se construyó en 1540.

Su entrada presenta un arco ojival de piedra cuyo marco lo forman cuatro molduras donde las del centro tienen una hilera de bolas isabelinas como decorado.

Interiormente su alto lo cubre una lindísima cúpula decorada con nervaduras góticas, formandas por curvas a modo de grandes pétalos ahuecados.

Al fondo hay un amplio tragaluz de arco ojival, cuyo enrrejado estructural son molduras formando óvalos que centralmente abarcan un recuadro incompleto de piedra que encierra una tarja de mármol con un blasón eclesiástico y abajo el nombre escrito del Arzobispo Portes enterrado allí.

 En cambio, en la pared del lateral este se puede observar un precioso vitral ornamentado con cristales de colores representando la escena de Jesús en la Oración del Huerto, cuyo marco está abierto en un amplio y alto arco de medio punto construido en el siglo veinte.

Al lado oeste aparece un precioso engalanado retablo de caoba, cuya parte arriba tiene cuarterones con conchas de valvas grandes, flores de cuatro pétalos huecos, y otros adornos pintados de color dorado.

Altar que se caracteriza por su amplitud cuya parte interna tiene una hornacina formando una concha que encierra la Virgen de los Dolores.

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