Corría el año 1977, cuando la organización del concurso de belleza Miss Universo consideró que necesitaban romper la tradición de no permitir a una mujer negra ganadora de ese evento internacional.
Estaban convencidos de que coronar a una mujer negra en los Estados Unidos, donde el racismo era muy fuerte, y a veces aterrador, y recordar el Ku Klux Klan no era un asunto fácil.
Ese racismo lo vivieron en carne propia grandes estrellas del béisbol dominicano, a quienes cuando finalizaban los partidos en los que jugaban no se les permitía comer o tomar bebidas en los restaurantes de comensales blancos. Tenían que entrar por las puertas traseras, y sentarse en las áreas de la cocina, pese a que eran súper conocidos, en los Estados Unidos. Acerca de este tema, en los tiempos que trabajé en el “Listín Diario” entrevisté a famosos peloteros criollos de esa época, quienes hablaban del malestar que sentían cuando se producían esos hechos y otros más.
Ante ese escenario racista, la organización del Miss Universo decidió celebrar el evento por primera vez en su historia, fuera de los Estados Unidos, escogiendo a la hermosa República Dominicana, que se engalanó para el festejo de manera espléndida, contando para la noche final con la perfecta y dulce voz, de múltiples matices, de Fernando Casado, quien interpretó magistralmente la canción “Como me besabas tú”, del compositor José Dolores Cerón, acompañado del Trío Los Juglares.
En el concurso del 1977 desfilaron bellísimas mujeres de todos los continentes y razas, todas naturales, como Dios las mandó al mundo, no hechas como se estila ahora, llenas de cirugías y rellenos, destacándose la representante de Trinidad Tobago, Jenny Penny Commisiong, una mujer hermosa e inteligente de raza negra, quien rompió el racismo que imperaba en dicho evento de belleza al coronarse Miss Universo.
Luego del concurso en el Teatro Nacional, de Santo Domingo, el Miss Universo se ha trasladado a diversos países, en los que unas seis jóvenes de raza negra se han llevado la corona, decisiones justas, pues la belleza física no es propiedad solamente de una raza.
La nueva Miss Universo, Zozibini Tunzi, así lo atestigua, y la dominicana Clauvid Daly, quien nos honró con su buena participación que la llevó a un puesto de honor, con su físico hermoso y su desenvolvimiento.
Lo demás, es pura envidia y ganas de molestar.