Doha, Qatar.- Una de las ventajas de vivir en este Emirato Árabe es que sus habitantes gozan de una seguridad extrema, al punto que se puede dejar la puerta de entrada de cualquier vivienda sin ningún tipo de cerradura y dormir tranquilamente, con la confianza de que ningún intruso dará un susto.

La certeza de la seguridad se nota por doquier, como por ejemplo, las mujeres en los restaurantes, y en las áreas de comidas de centros comerciales dejan en las mesas que ocupan pertenencias de valor como carteras de firmas reconocidas o celulares caros, mientras se desplazan a los baños, convencidas de que nadie se atreverá, ni siquiera con el pensamiento, a robar lo ajeno.

Se puede ir por doquier en diligencias o simplemente paseos luciendo joyas, o lo que venga en gana, sin el temor de que te asalten, pues la delincuencia no es común. Hay un control fuerte que permite tanto a los cataríes, como a los extranjeros desplazarse a diferentes zonas de recreo, como por ejemplo el mercadillo árabe del Zoco, un lugar simpático lleno de colorido, propio de estos lugares repletos de tiendas pequeñas situadas en pasillos, callejones estrechos abarrotados de mercancías principalmente orientales, que van desde especias, alfombras persas, turcas, telas, hasta joyas elaboradas en oro de altos quilates, con diseños modernos y también tradicionales como las pulseras árabes, que son adquiridas para celebrar aniversarios diferentes, de boda, edad, compromisos, y otros, que tienen como principales adquirientes a los propios cataríes, que son consumidores de alto rango.

Las noches en el Zoco son muy alegres, porque en medio de las tiendas con artículos de antigüedad, unos que otros típicos, se encuentran hileras de bares, restaurantes y terrazas, con platos de Irán, India, Líbano, y otros países, pero también la para nosotros tradicional comida rápida: hamburgers y pizzas.

Los fines de semana en el Zoco es algarabía pura, el clima es más festivo, con presentaciones y desfile de comparsas, grupos musicales provenientes de la India, África, y otros países lejanos, igual de exóticos.

En las caminatas largas por el Zoco es donde más se observa la diversidad de razas que habitan en este país, donde la población extranjera es mucho mayor que la nativa, y esta última tiene en sus manos toda la riqueza de este emirato árabe, cuyo aeropuerto internacional recibe anualmente 20 millones de personas en tránsito o como visitantes.