MADRID, España.– Que una persona tenga un talento excepcional como escritor, artista, o cualquier tipo de profesión, no le otorga el derecho a tener una conducta aberrante, pues nadie puede justificar en nombre de la “genialidad” actos reñidos con la ética, que además, hacen daño a otros seres humanos.
Un autor de importantes obras literarias o un creador genial de las bellas artes, si en su rol como ser humano es dañino, tóxico, no merece respeto, y su creación puede ser admirada, pero su persona no, todo lo contrario, porque al ser un líder en el ámbito de su profesión su comportamiento no debe ser inmoral.
Aceptar a un genio de conducta privada escandalosa, inusual, que muchas veces hasta se refleja en sus obras, es sinónimo de regalarle una licencia para que continúe con su perversión, y la sociedad no debe permitirlo, simplemente porque sanciona a todos aquellas personas que son comunes que muestran comportamientos reñidos con las normas morales.
El comentario viene a raíz de que el genial cineasta Woody Allen acaba de anunciar que se tomará un descanso en el séptimo arte, pues no encuentra quien le financie sus proyectos cinematográficos, debido a que actualmente la gente de poder económico de Hollywood, no quieren apoyar a personajes que están vinculados al acoso sexual.
Woody Allen fue protagonista de un escandaloso juicio, luego de que su ex pareja sentimental, la actriz Mia Farrow, le acusara de haber abusado de una hija de apenas siete años, Dylan, adoptada por ambos. Además, la Farrow también había descubierto unas fotografías realizada por Allen a otra hija adoptiva de ella, Soon-Yi, desnuda y sensual, con la que más tarde se casaría Woody Allen.
Pese al escándalo, Hollywood dio su apoyo al director y actor cinematográfico, a quien premió en repetidas ocasiones, mientras a la Farrow le cerraron todas las puertas. Ahora, con el movimiento de rechazo absoluto al acoso sexual, que ha llevado a la tumba a varios grandes personajes de la meca del cine acusados de conductas impropias, Woody Allen, está siendo cuestionado públicamente por su hijo biológico con la Farrow, Ronan, quien ha reabierto el caso de su hermana, supuestamente abusada por el cineasta.
Si Woody Allen no fuera el genial y polifacético artista que es, posiblemente, las acusaciones de su ex pareja le hubiesen llevado hasta a la cárcel.