MADRID, España.- Pese a los años transcurridos de las muertes trágicas del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, y la princesa Diana, todavía un halo de misterio envuelve estos hechos que conmocionaron a millones de personas, convencidas de que estos acontecimientos históricos fueron ejecutados por una maquinaria de alto poder conspirativo.
El asesinato de Kennedy sucedió hace más de medio siglo. La muerte de Diana de Gales ocurrió hace 22 años, y hasta la fecha, ninguna de las versiones oficiales de estos sucesos ha convencido a media humanidad. Millones de personas tienen la percepción de que ambos fueron crímenes de Estado.
Las especulaciones públicas en torno a estas muertes han señalado como responsables a diversas personas cercanas a estos personajes carismáticos que en vida lograron un alto grado de popularidad a nivel mundial.
En el caso Kennedy, las conjeturas giraron en torno a varios personajes de su administración presidencial, entre ellos su vicepresidente -y luego sucesor- Lyndon B Johnson, mientras, que en la muerte de Diana, se señala a su suegro, el esposo de la reina Isabel II, Felipe de Edimburgo, y hasta a su propio exesposo, el príncipe Carlos.
Según una supuesta carta escrita por la princesa Diana, ella tenía temor a ser asesinada, y acusaba directamente al príncipe Carlos, de ordenar dañar los frenos de su vehículo para que tuviera un accidente mortal, y él pudiera casarse con Camila Parker.
Mohamed al Fayed, padre de Dodi al Fayed, quien murió junto a Diana en el accidente en París, aseguraba que la princesa le había dicho que si ella moría, el causante sería su exsuegro Felipe.
Al Fayed no se cansó de repetir que Diana estaba embarazada de su hijo, con nueve semanas de gestación, un hecho que, según él, determinó la muerte de la pareja.
El empresario millonario egipcio argumentaba que la casa real británica no aceptaba que el heredero al trono británico, William de Inglaterra, tuviera un hermanastro musulmán.
Diana cometió errores, entre ellos, presentarse a un famoso programa de televisión confesando que durante su matrimonio mantuvo relaciones con varios hombres, y acusando a Carlos de infidelidad con Camila Parker.
Ella continúo humillando a la casa real británica, apareciendo en medios de comunicación besándose con Dodi al Fayed, provocando la ira de la monarquía, un poder, con muchos tentáculos.