Una noche mágica, emotiva, resultó el acto homenaje al maestro Rafael Solano, Luchy Vicioso, Fernando Casado y Niní Cáffaro, cuatro sobresalientes artistas, quienes tienen la dicha de poder disfrutar durante décadas, las mieles del éxito acompañado del cariño sincero, la admiración y el respeto de los dominicanos.
Son pocos los artistas que disfrutan en vida de reconocimientos constantes no sólo por sus indiscutibles méritos artísticos, sino como personas, como gente ejemplar alejada de los escándalos mundanos. Su comportamiento sencillo, sin prepotencias, simplemente dedicados a la profesión que ellos eligieron, y que Dios les regaló como un don especial desbordado en carismas, les hacen merecedores de toda la admiración del público.
Ellos representan la máxima expresión del arte popular dominicano. Cuatro fuera de serie, unos personajes adorables, que levantan diversos sentimientos con sus canciones, con sus interpretaciones, con sus voces particulares y sonidos diferentes, pero todos fascinantes.
Por todos estos atributos, la gestora cultural Verónica Sención les rindió homenaje en su espacio “Café Literario”, en la Capilla de Los Remedios, Zona Colonial que fue llenada por amigos, admiradores por décadas de Solano, Niní, Luchy y Fernando, cuatro artistas no sólo unidos en el buen arte, sino como hermanos, desde los inicios de sus carreras en el programa televisivo La Hora del Moro, del maestro Rafael Solano.
La actividad artística cultural fue animada por Ellis Pérez y el periodista Fabio Cabral, quienes recordaron anécdotas simpáticas de los homenajeados y detalles de su vida artística.
Luchy Vicioso, con una voz llena de matices espectaculares, y bella como siempre, pues es dueña de uno de los rostros más hermosos del país, interpretó un par de canciones de Solano, quien por cierto dedicó a ella la composición “El sonido de tu voz”.
Luego Niní, un ejemplar artístico no común, por su voz y su físico, que conserva en demasía, interpretó “Por amor”, como si fuera la primera vez.