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¡Dios nos libre!

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En caso de que Estados Unidos sea nuevamente gobernado por un presidente republicano, la humanidad tendrá que hacerse  la idea de que nuevas guerras e intervenciones teñirán el panorama mundial, pues formarán parte del programa de política exterior del mandatario de esa nación.

Al menos esas son las aparentes intenciones de  los  republicanos, que compiten para alcanzar la candidatura de representar a ese partido en las próximas elecciones presidenciales de ese país, con excepción de uno, Ron Paul, quien pese a que es el mayor de todos, es el que  envía mensajes de mayor humanidad y prudencia. Quizás por esto cuenta con la mayor simpatía entre los jóvenes republicanos, pero, a su vez es quien tiene menos posibilidades de llegar a la meta final.

Escuchar a estos señores hablar resulta inquietante, pues  hablan sin pudor alguno de  sus proyectos  en caso de alcanzar la presidencia de  Estados Unidos. Hablan de brindar un mayor apoyo a las tropas en Afganistán, intervenir Irán, aumentar la cantidad de soldados combatientes, con los mismos alegatos de siempre: “proteger la seguridad de Estados Unidos  y su gente”.

¡Dios nos libre de caer una vez más en manos de esos halcones guerreros, que para ellos las contiendas armadas, invadir países, son sus metas principales, pues les reportan, entre otras cosas, negocios millonarios, como la fabricación de armas,  para  matar a civiles, niños y mujeres indefensos, tal y como sucedió en Irak, país que dejaron en ruinas, y donde  finalmente los enfrentaron entre ellos mismos,  como ha sucedido en otros  de esa misma región.

Esos halcones guerreros republicanos no mandan a sus hijos al frente de las batallas, sino a los más tontos,  por no decir otra cosa, a que pierdan sus vidas, prometiéndoles a muchos villas y castillas  por “servir a la patria”. Muchos pierden la vida o se convierten en asesinos y luego terminan con traumas psicológicos que les llevan a perder la razón o caer en profundas depresiones.

Todavía tenemos muy presente lo ocurrido en los gobiernos republicanos, funestos,  de la familia Bush.

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