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Jugando con la vida ajena

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Madrid.- Francesco Schettino, capitán del trágico crucero Costa Concordia, ha declarado  ante un juez, que habitualmente él ejecutaba maniobras de acercamiento a la costa de la isla toscana de Giglio,  igual que otros capitanes también de la compañía Costa, que realizaban tales acrobacias y luego se mandaban correos electrónicos  contándose  las peripecias que cada uno hacia, sin tomar en cuenta, que arriesgaban la vida de la tripulación y los pasajeros.

En varias ocasiones ha salido a relucir que Schettino, se acercaba peligrosamente a la costa de la isla Giglio, supuestamente para saludar a un amigo, que también podría ser una amiga, algo que recuerda en este país, a un piloto  de una avioneta, que acostumbraba hacer maniobras peligrosas y volar bajo en la cercanía de la casa de su madre, simplemente, para saludarla desde el aire, finalmente se estrelló muriendo él y sus acompañante, que nada tenía que ver con su locura de amor filial.

Volviendo al Costa Concordia, no se explica que si el piloto de este crucero, tiene fama de ser un hombre con una personalidad extraña, se le ha llamado hasta loco, además de exhibicionista, entonces, como  recae en este personaje la responsabilidad del mando de la nave con una capacidad de casi unas cinco mil personas, cuyas vidas fueron expuestas al máximo, simplemente porque este señor le dio su real gana,  para aumentar su ego, y luego alegremente contar a otros colegas lo que él en su mente extraña considera una osadía y atrevimiento que finalmente resultó fatídica pues las muerte de más de una docena de pasajeros, más el semi hundimiento del barco lo confirman.

Cuando una persona viaja a través de cualquier tipo de transporte supone que estará en buenas manos, pero ahí es que muchos se equivocan, porque muchos de ellos hasta tienen problemas mentales muy serios e incluso realizan sus labores con tratamientos antidepresivos y otras cosas más, que lógicamente al pasar las revisiones requeridas hábilmente ocultan sus deficiencias o problemas a los inspectores. Amén de los problemas familiares.

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