Estamos en tiempo de Navidad, un tiempo muy especial, sobre todo para los cristianos que conmemoran el Nacimiento de Jesús, pese a que de manera maliciosa, a nivel mundial, gente poderosa se empeña en desvirtuar el verdadero sentido de estas fiestas, por ejemplo, entre otras cosas, sustituyendo imágenes del Pesebre por otras figuras que nada tienen que ver con la celebración para anular el Nacimiento del Niño Dios y dar paso a festividades mundanas donde las comelonas, borracheras y un desenfrenado consumismo tienen el protagonismo y en la cena de Nochebuena muchos son los invitados, menos el celebrante que es Jesús. Son pocas las familias que bendicen su mesa como agradecimiento.
Esta situación se produce porque algunas gente no creen en nada, ni tampoco tienen la Fe, tan necesaria para creer en Dios, pues dicen que no es científico, sus vidas transcurren simplemente en un existencialismo absurdo ó ignorancia respecto a las cosas divinas, sus dones, sus gracias, el poder de la oración, los milagros que algunos no acepta, sin embargo existen. Diversos evangelios narran los milagros de Jesús, entre ellos de sanación, diciendo: Tu fe te ha salvado. Como expresa una contagiosa canción religiosa: Si tuvieras fe como un granito de mostaza, tu le dirías a una montaña muévete y la montaña se moverá, se moverá.
Un ejemplo de gran fe es el de la joven Francina Hungría quien perdió la vista luego que unos delincuentes les disparan en su rostro. En su cama de hospital, a su lado un rosario y una imagen de la Virgen de la Altagracia, convencida de que ocurrirá un milagro para ella. Ella misma ha dicho que ha logrado ver un poco de luz.
Llenos de fe, de amor a Dios, estaban las más de mil personas que asistieron a la cena navideña de la Parroquia del Buen Pastor del Evaristo Morales. Decenas de comunidades prepararon una celebración de gala, organizada por un comité precidido por su dinámico párroco Monseñor Pablo Cendano.
La cena fue amenizada por el grupo musical Emaus que dio alegría al encuentro, además de Angelito Villalona, un ser humano hermoso, lleno de espiritualidad, y un gran artista, quien acaba de lanzar dos álbumes bellísimos con canciones cristianas, bajo el asesoramiento del Padre Chelo.