Detalles
Santo Domingo arrabalizado

<STRONG>Detalles<BR></STRONG>Santo Domingo arrabalizado

Conjuntamente con las  construcciones de torres de lujo, de modernos centros comerciales, elevados etcétera, la ciudad de Santo Domingo en los últimos años ha sufrido un enorme deterioro que abarca hasta  áreas de gran importancia histórica y cultural.

Hay que estar ciego, para no ver esta realidad. Solamente aquellos interesados que se afanan en hacer creer que esto no es cierto, manifiestan lo contrario, cuando lo cierto es, que no sólo el deterioro, sino también la arrabalización, se ha tragado gran parte de la llamada, irónicamente, la “capital de la cultura”.

Una de las tantas pruebas de que esto es así, es el ejemplo del otrora barrio residencial más hermoso de Santo Domingo, Gazcue , convertido hoy en toda una zona caótica, de tal forma, que sus residentes agobiados de tantos problemas en el sector, han amenazado con  tirarse a las calles si no se le solucionan una serie de dificultades con las que tienen que convivir a diario.

Ellos, al igual que otros capitalinos, se quejan de que Gazcue se ha convertido en  un foco de delincuencia, donde los espacios públicos son mal usados, además de las instalaciones de negocios indeseables, como prostíbulos, barras, bancas apuestas y colmadones ruidosos.

Realmente no entiendo como las autoridades permiten esta situación que afecta gran parte de todos los sectores de la capital.

Llegará el momento, que la situación será incontrolable y la anarquía se impondrá, pero, como me expresó en una ocasión  un funcionario del Ayuntamiento del Distrito Nacional: “Doña Emely, usted sabe bien como son las cosas  en el país. Cada quien hace lo que le venga en gana”.

Este comentario fue a raíz de que me quejara en el cabildo, debido a  que frente a donde vivo, unos cubanos se han dado el gran lujo, sin ningún tipo de autorización, y violando todas las leyes de los espacios públicos, en el parqueo del edificio familiar del frente, incluyendo la acera, de tener un bar, que funciona hasta altas horas de la noche.

Ahora, en nuestro país,  cualquier extranjero defeca encima de los dominicanos sin temor a sanción alguna.

Están más que convencidos que lo que se impone es el dinero para comprar  a cualquier autoridad.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas