Detección a tiempo del cáncer de mama

Detección a tiempo del cáncer de mama

El cáncer de seno o cáncer de mama es el tipo más común de cáncer entre las mujeres a nivel mundial. Cada año fallecen aproximadamente 82 000 mujeres a consecuencia de esta enfermedad.

Este tipo de cáncer comienza como un tumor maligno, o células cancerosas en el tejido mamario que son propensas a crecer e invadir los tejidos circundantes o a distancia a otras áreas del cuerpo, lo que se llama metástasis.

Aunque la ocurrencia de la enfermedad es predominante en las mujeres, también hay hombres que la padecen. Las tasas de supervivencia del cáncer mamario varían mucho alrededor del mundo, desde por encima de 80 % en Norteamérica, Japón y Suecia, bajando a aproximadamente un 60 % en los países de ingresos medios, y alcanzando cifras inferiores al 40 % en los países de ingresos bajos incluyendo Latinoamérica y el Caribe. Aproximadamente un 70 % de las muertes por cáncer registradas en 2008 se produjeron en países de ingresos bajos o medios.

Este incremento de mortalidad en países pocos desarrollados puede ser atribuido a la falta de programas de detección precoz, causando que un alto porcentaje de los pacientes acudan al médico en etapas muy avanzadas de la enfermedad. Además la falta de servicios adecuados de diagnósticos y tratamiento contribuyen a las bajas tasas de supervivencia de países en desarrollo.

Factores de riesgo. Aunque se desconoce la causa exacta para cáncer mamario, diversas investigaciones han revelado un grupo de factores o circunstancias de riesgo que hacen a un individuo más propenso a desarrollar un tumor. Entre estos encontramos factores que no se pueden controlar:

Género. Ser mujer es el factor número uno de riesgo para esta enfermedad, especialmente por el constante cambio y crecimiento de las células mamarias debido a la actividad de hormonas femeninas como el estrógeno y la progesterona.

Edad. El envejecimiento, como para muchas otras enfermedades, aumenta la incidencia de cáncer mamario. Entre los 30 y 39 años, el riesgo es de 1 en 227 (0.44 %). Sin embargo, después de los 60 años, el riesgo aumenta a 1 en 28 (4 %) es decir que se incrementa a medida que aumenta la edad, aunque se ha notado una incidencia creciente en pacientes de menor edad.

Antecedentes familiares. Si tienes algún familiar de línea directa (madre, hija, hermana) que ha sido diagnosticado con cáncer de mama o varios familiares que han padecido cáncer de mama u ovario (especialmente antes de los 50 años), podrías tener un mayor riesgo.

Métodos diagnósticos por imágenes

El cáncer de mama puede evolucionar durante años sin presentar ningún síntoma, por lo que es importante una evaluación regular y oportuna para la identificación y seguimiento de cualquier patología mamaria.

El cáncer se expande por todo el tejido mamario

El cáncer se expande por todo el tejido mamario

En el diagnóstico del cáncer de mama todos jugamos un papel esencial: la paciente con una autoevaluación continua y repetitiva para conocer su cuerpo y poder identificar cualquier alteración del mismo, el ginecólogo o el médico familiar, quien interviene de forma regular, realiza un examen experimentado e indica los estudios pertinentes para dar seguimiento a los hallazgos encontrados y el radiólogo, que a través de los estudios de imagen y biopsias puede localizar y caracterizar estos hallazgos y valorar si tiene o no criterios sugestivos de malignidad.

Su médico le examinará minuciosamente los senos para localizar la presencia de cualquier protuberancia o área sospechosa y para palpar su textura, tamaño y relación con la piel y los músculos del tórax. Se identificarán todos los cambios en los pezones o en la piel de los senos. Es posible que se palpen los ganglios linfáticos axilares o los que se encuentran sobre la clavícula, ya que el agrandamiento o la firmeza de estos ganglios linfáticos puede indicar la propagación del cáncer de seno. Su médico también realizará un examen físico completo para saber cuál es su estado general de salud y si existe evidencia de que el cáncer se ha propagado.

Si los resultados del examen físico sugieren la presencia de cáncer de seno, se realizarán más pruebas.

Médicos aconsejan  una mamografía de rutina y diagnóstico

Una mamografía es una radiografía de los senos. La mamografía de detección o rutina se usa para encontrar la enfermedad de los senos en mujeres que no presentan señales ni síntomas de una enfermedad.

Por lo general, en las mamografías de detección se toman dos radiografías de ángulos diferentes de cada seno.

Se usa una mamografía de diagnóstico para detectar alguna enfermedad del seno en mujeres que presentan síntomas en sus senos (como una protuberancia o secreción del pezón) o resultados anormales en una mamografía de detección.

Una mamografía de diagnóstico incluye más imágenes del área que causa preocupación. En algunos casos se usan imágenes especiales conocidas como “de detección con magnificación” para facilitar la evaluación de un área pequeña de tejido anormal del seno.

Una mamografía de diagnóstico puede mostrar:

• Que la anomalía no es motivo de ninguna preocupación.

En estos casos, la mujer puede usualmente volver a hacerse mamografías rutinarias cada año.

• Que una lesión (área de tejido anormal) tiene una alta probabilidad de ser benigna, en cuyo caso es común pedirle a la paciente que regrese más pronto de lo usual para su próxima mamografía, generalmente en 4 a 6 meses.

• Que la lesión es motivo de más sospecha y que es necesario realizar una biopsia para determinar si es cancerosa.

Aun cuando las mamografías no muestren un tumor, si usted o su doctor pueden palpar una protuberancia, se necesitará una biopsia para asegurarse de que no se trate de cáncer. Una excepción a esto sería si un examen de ecografía encuentra que la protuberancia es un simple quiste que es poco probable que sea canceroso.

 

 

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