Un brote de malaria se habría detectado entre damnificados de la Línea Noroeste, donde los cultivos sepultados por las aguas se han convertido en criaderos del mosquito que transmite la enfermedad.

Ayer, en la regional del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria en esta ciudad, se informó que habían recibido informaciones sobre el brote y que Marcos Díaz, encargado del organismo, partió a la zona acompañado de especialistas.

Díaz no pudo ser localizado por este diario, debido a problemas en la comunicación con la red de celulares.

En la zona baja de la Línea Noroeste todavía hay una extensa área que permanece cubierta por las aguas, producto de las últimas inundaciones por la crecida de los ríos.

Conforme al agricultor Petronilo Sarita, un campesino que perdió todas sus pertenencias tras las inundaciones, en la Línea Noroeste hay muchas personas afectadas de paludismo.

Sarita dijo que dos miembros de su familia tienen fiebre alta y debilidad física, síntomas que según le dijeron los médicos, son de enfermos de malaria.

El mosquito que produce la malaria, que habita en aguas sucias es transmisor del parásito que produce la fiebre palúdica, la cual es infecciosa y endémica en los países tropicales.

Según los informes llegados de la Línea Noroeste, en esa zona se ha desatado un brote de mosquitos que no deja en paz a los residentes de la comarca.

Se informó, además, que las medicinas y los servicios de asistencia médica prometidos por los organismos oficiales, no han llegado mientras los damnificados esperan.