Moscú. Las autoridades rusas reconocieron hoy que han detectado grietas en una de las tribunas durante las obras de construcción del estadio del Zenit San Petersburgo, que albergará una de las semifinales del Mundial de fútbol de Rusia 2018. “En septiembre de 2015 durante una inspección se detectaron grietas en el sector C a una altura de 20,2 metros”, dijo un portavoz del comité de construcción de San Petersburgo a medios locales.
Medios locales denunciaron la aparición de grietas, goteras y acumulación de agua debido a la violación de los protocolos de seguridad en materia de construcción. Aunque las deformaciones halladas no amenazaban la integridad del hormigón, las autoridades locales procedieron a subsanar con celeridad el problema por medio del relleno de las grietas con material de la máxima calidad.
“A día de hoy no se ha registrado una expansión de las grietas y el armazón del edificio no ha sufrido alteraciones. Las deformaciones registradas no influyen en la seguridad y solidez de la construcción”, señaló el portavoz de las autoridades. La fuente subrayó que ese problema tampoco afectará a los plazos de construcción del estadio, que también acogerá partidos de la Copa Confederaciones en junio de 2017 y de la Eurocopa 2020.
La construcción del estadio, que comenzó en 2007, ha estado salpicada por continuos retrasos, cambios de empresa constructora y acusaciones de malversación de fondos públicos. Precisamente, el director general del consorcio estatal ruso Transstrói, Vitali Lazutin, anunció ayer que, desde el punto de vista técnico, las obras acabarán en mayo próximo y que en diciembre el estadio estaría listo para ser inaugurado.