Por ALTAGRACIA ORTIZ G.
La transmisión de filariasis linfática (elefantiasis), una enfermedad que mantiene unas 2,000 personas infectadas, todavía existe las zonas de Bahoruco, en el Suroeste del país, la Ciénaga en Santo Domingo y un batey de Puerto Plata.

La información fue ofrecida por los doctores Víctor Pou, director del Programa de Flebología del Instituto de la Piel, doctor Heriberto Pieter, Manuel González de Peña, director del Programa de Fialariasis Linfática y José Manuel Puello, director del Centro Nacional de Control de Enfermedades Tropicales (CENTET).

Los tres expertos señalaron que el país no está en peligro por una enfermedad controlada y que se encuentra en vía de ser eliminada, por disposición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El último censo realizado por las autoridades, fechado en el 2004, da cuenta de que Barahona registró 865 casos en extremidades y 200 en las vías urogenitales. Bahoruco registró 644 casos de las extremidades y 227 de las vías urogenitales. Asimismo, Pedernales e Independencia registraron 213 y 65 casos en las extremidades de las personas, 42 y 16 en las vías urogenitales, respectivamente.

LOCALIZACION DE FOCOS

Los focos de infección y probabilidades de infestación están localizados en el Distrito Nacional, específicamente en la Ciénaga, Guachupita y los Guandules; en Puerto Plata, en el municipio de Imbert, se registró la presencia de la enfermedad en un batey y en la provincia Juan Sánchez Ramírez, en la localidad de Cevicos.

Otras localidades que han registrado elefantiasis o filariasis linfática son San Pedro de Macorís, en el municipio de Ramón Santana y en algunos bateyes de Higüey.

Como la meta es la eliminación de la filariasis para el 2020 desde el 2002 se han realizados varias jornadas de medicación, en visita casa por casa. Las drogas que se utilizan para cortar la transmisión de la enfermedad son dietilcarbamazina y albendazol. Se realizan de 4-6 jornadas al año y se ha alcanzado una cobertura superior al 85 por ciento.

Contrario a lo que han planteado erróneamente algunas personas, esa enfermedad no está relacionada con la presencia haitiana en el país, su origen está en Africa.

La filariasis se incuba dentro del mosquito y el proceso de infestación puede durar hasta 20 años. La relación para la transmisión es que el mosquito pica a una persona enferma y luego sigue infectando a otras.

La enfermedad mantiene focos de infestación en países como República Dominicana, Haití, Brasil y Guyana Francesa.

La meta es disminuirla a menos de una persona por 1,000 habitantes. Asimismo, se busca reducir y aliviar el sufrimiento de los afectados.

Esta enfermedad constituye la segunda causa de discapacidad crónica prevenible a nivel mundial y es producida por el mosquito Culex Quinquefasciatus.