Detener la transmisión del VIH de madre
a hijo, un  milagro posible en RD

Detener la transmisión del VIH de madre<BR>a hijo, un  milagro posible en RD

POR HELEN JÁQUEZ
Cuando una mujer se encuentra en etapa de gestación se generan cambios que transforman su vida por completo, éstos van desde el estado social, condición física o emocional. Tales cambios son difíciles de afrontar pero no imposibles de superar.

Si para una mujer que se encuentre en buen estado de salud resulta un tanto molesto estar embarazada, piense en aquellas que no , como es el caso de las mujeres portadoras del virus del VHI/ SIDA.

La República Dominicana cuenta con una población de alrededor de 9 millones de habitantes. Un país perteneciente a la región del Caribe, la  cual es una de las zonas a nivel mundial más infectadas por la  pandemia del VIH y SIDA. La seroprevalencia nacional es de 1% de la población entre 15 a 49 años de edad, aproximadamente 46,500 personas infectadas.

En mujeres embarazadas la prevalencia es de 2%, esto se debe a que en la mayoría de los casos existe mucha desinformación con respeto al tema. Por lo que es   importante que una mujer embarazada e infectada con el virus del VIH y SIDA sepa que cuenta con las herramientas necesarias para impedir contagiar a la criatura.

Desde  1999, se viene implementando en el país el Programa de Reducción de la Transmisión Vertical del VIH y SIDA (PNRTV),  coordinado por la Dirección Nacional de Infecciones de Transmisión Sexual y SIDA (DIGECITSS), que al mismo tiempo es una dependencia de la Secretaría  de Salud Pública.

 “El Programa de Reducción de la Transmisión Vertical consiste en la captación oportuna de la mujer embarazada y tamizarla a los servicios de atención prenatales”, explicó la doctora Claudia Bautista Soriano, consultora Nacional PNRTV.

Según informes de COPRESIDA, en el país el Programa de Transmisión Vertical hasta el momento ha tenido un 60% de eficacia. Aunque ésta es una suma menor  ante los estándares que pauta la OMS, de un 98%.

El tratamiento a suministrar a la madre es un esquema médico, el cual permite que la criatura nazca totalmente libre del virus del VIH, aumentando la calidad de vida de las mujeres y de sus hijos. De esta forma se involucra al padre formando lo que se conoce como  el “trinomio”, (padre, madre y niño).

Como la transmisión del virus va a depender del organismo de cada quien y de cómo éste responda al manejo adecuado del programa, es importante que se sepa que la transmisión se maneja como una probabilidad; pues el contagio materno-hijo se puede dar durante el embarazo, durante el parto o a través de la lactancia materna.

El programa ayuda a reducir esa probabilidad, ya que una mujer que nunca haya recibido este tipo de atención médica  y está embarazada siendo VIH positiva tiene la  probabilidad de tener un niño   libre de VIH en un 30%.    La transmisión del virus de madre a hijo ocurre en tres momentos: durante el embarazo, en el momento del parto y a través de la leche materna, esta última porque es un fluido corporal y tiene muchos linfocitos.

Por lo que cuando la madre logra tener terapia antiretroviral reduce la probabilidad de casi  un 50 % de transmisión. Pero si la madre es integrada al programa desde los primeros días del embarazo, esa probabilidad aumenta con la aplicación de los antiretrovirales, con la realización de una cesárea y con la no lactancia.

Derecho de Niños infectados

Otro aspecto al que se le da seguimiento es lo que tiene que ver con los derechos de los niños.

Paula Disla, consultora nacional de Niños, Niñas y Adolescentes de COPRESIDA, manifestó que luego de nacido ese niño debe de brindársele mucho amor y reforzar su autoestima.

“Los niños tienen el derecho a hablar como adultos  viviendo con VIH y también a que les digan su condición como personas que tienen que vivir VIH positivo, porque en el país se estila a no decirle a los niños esta condición de salud”, expresó Disla al cuestionársele con relación a los niños que no tuvieron la oportunidad de formar parte del Programa de Reducción de la Transmisión Vertical del VIH y SIDA.

Disla considera que es una desventaja  que los menores infectados por el virus desconozcan su situación, pues no les permite defenderse, como asumirían una enfermedad como el asma o la diabetes.

“No les quita para nada sus condiciones ni física ni mentales, están en total condición de tener una vida con todos su derechos como todos los niños. No los inhabilita”, dice.

La decisión de ocultarles la verdad a los niños VIH positivo es una  visión errada de la protección.

Es una manera de protegerlos de la estigma y la discriminación,  no es la correcta pero es la del corazón.

Es la que los ayuda a que sus niños no sean etiquetas. Esta es una creencia falsa, pues la mayoría de los niños conocen de su posición antes de que los padres se lo digan.  Pues su entorno maneja la información y muchas veces son discriminados.

“Nuestras leyes dicen que se  deben  de alejar de cualquier situación que los exponga a la estigma y a la discriminación, pero los derechos dicen que ellos tienen derecho a conocer su condición. O esa que está la contradicción, pero lo más importante es el interés superior del niño”, puntualizó la consultora nacional de Niños, Niñas y Adolescentes de COPRESIDA.

¿Lactar o no?

El no lactar es una decisión que recae sobre la responsabilidad de la madre, pues   la leche materna es vital para el sano crecimiento de la criatura, pero  no hay que olvidar que es un fluido que emana de la madre, y por ende está contaminada. Por lo que dentro del PNRTV también se les facilita la fórmula infantil especial para alimentar al neonatal.

 Bautista Soriano,  explicó que en la actualidad el Programa de Reducción de la Transmisión Vertical se caracteriza por ser un tratamiento monoterapia, es decir, de un solo medicamento, pero que se encuentran en la transición de organizarlo como triteparia (la aplicación de tres medicamentos), lo que ayudará, de forma más eficaz, a reducir la transmisión vertical del paso del virus al neonatal.

Para aquellas personas, que a estas alturas del juego aun desconocen como se transmite el virus, existen principalmente de tres formas: tener sexo sin protección, contacto sanguíneo directo (agujas infectadas o transfusiones de sangre), y de la madre al bebé. En esta última vía de transmisión del virus se ven implicadas muchas situaciones complejas, que si la madre no cuenta con la información debida, su criatura corre el riesgo de nacer infectada.

Por lo que Marisol Jiménez, pedíatra perinatóloga del Centro Médico Jesús Te Ama, recomienda que la mejor opción es un parto por cesáreas, pues se tiene mayor control y protege tanto a la madre como al producto.

Manifestó que “uno de los aspectos más importantes al momento de tratar a una mujer embarazada con el virus, es saber en qué etapa del embarazo se encuentra. “Realizarle la prueba del VIH a la embarazada es uno de los requisitos que se debe de tomar a raja tabla como prueba diagnóstica”.

En cuanto al recién nacido, recalcó que como el virus ataca el sistema de defensa,  es normal que éste sean más propenso a enfermedades y sufrir  enfermedades  tales como: el neumococo o neumonía,  que los que nacen de una madre completamente sana.

Los retos que enfrenta el PNRTV 

El programa requiere  del seguimiento cercano de la  embarazada con VIH. En muchos de los casos ésta no regresa a tratarse

“Dentro de los retos que enfrenta  el Programa Nacional de Transmisión Vertical (PNRTV) está el de mejorar las condiciones  de  los centros médicos en donde se ofrecen  los servicios de atención prenatal o servicio materno infantil, para luego solucionar el problema de mejoría de la calidad de la atención en las pacientes.

 Estamos en un país que cuenta con una cobertura de 98% de partos institucionales lo que es una gran ventaja dentro de lo que es la región, pero tenemos una baja calidad de la atención en los servicios prenatales. Esto no ayuda a que el programa se esté cumpliendo con una cobertura efectiva como debería de cumplir”, manifestó  Claudia Bautista Soriano. Otro de los inconvenientes es la identificación oportuna y seguimiento de las mujeres embarazadas seropositivo. El programa requiere obligatoriamente del seguimiento cercano de la  embarazada con VIH porque en muchos de los casos ésta no regresa a los establecimientos de salud de forma rutinaria.

“Los médicos tienen una responsabilidad de preguntar,  aun ellas lleguen a los establecimientos médicos y no se identifiquen por miedo al estigma,  discriminación y al rechazo. También aun cuando están identificadas hay médicos que todavía no están comprometidos y sensibilizados en el manejo, a pesar de estar capacitados, de que hay mucha información, de que están los insumos; para poder dar la atención de la manera más digna posible”, agregó Bautista. Esta es una situación en la que se le  suele dejar toda la carga a la madre, lo cual es errado, es una responsabilidad de dos, en el que el hombre se debe comprometer a formar parte del proceso; porque para que un niño salga VIH negativo influyen  diferentes factores  como: lo que  están ligados a la misma inmunidad de la madre, a la carga viral, a  lo emocional, a lo psicológico y espiritual.  “Que a pesar que estos últimos no están documentados de algún modo predisponen a que una mujer, por ejemplo, decida lactar o no, por presión social. ¿Por qué en  RD  existe un alto índice de infectados?  se pregunta  Bautista Soriano, se debe a que en nuestro país existe una alta migración haitiana y que somos un país turístico. Aclaró que aunque el SIDA no tiene preferencias en cuanto a razas, riquezas, religión, ni naciones, los más afectados son las personas que viven en la pobreza, pues no cuentan con la educación y los servicios básicos. En el país la seroprevalencia en hombres es de 1.1 %, encontrando la más alta en el grupo de 30-34 años de edad. En mujeres, la prevalencia es de 0.9%, siendo ésta más alta en el grupo de 45-49 años, según datos suministrados por COPRESIDA.

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