Detengamos una muerte anunciada

Detengamos una muerte anunciada

JOSÉ B. GAUTIER
Estamos obligados por falta de espacio a ser breves en nuestros juicios escritos. Amigos lectores, ayúdanos con tus razonamientos paralelos a ampliar nuestras limitaciones. Siempre pregúntense la razón del hecho. Qué busca. ¡Quítense la venda, rompan el silencio, oigan, investiguen, hablen, intégrense a la lucha! ¡Vivimos en una sociedad libre y de derechos! ¡Nos quieren poner cadenas políticas o eclesiásticas a lo Caonabo, esposado vilmente en un acto de cobardía, engaño y traición!

La nueva Ley de Migración No.285-04 es una trampa al pueblo dominicano, una engañifa dictada por los actuales congresistas, senadores y diputados, y promulgada por el Presidente Hipólito Mejía el 15 de agosto del año 2004 pocas horas antes del traspaso de la Presidencia de la República al doctor Leonel Fernández con el propósito envenenado:

a) de regularizar a todos los extranjeros ilegales radicados en el país mediante decretos del Poder Ejecutivo. Artículo No. 151. ¡Simplemente con un plumazo presidencial reconocer como ciudadanos dominicanos a más de un millón de haitianos!

b) otorgar licencias a cualquier empresa o persona para importar nuevos trabajadores haitianos al país, cien o mil o un millón (nuevos picadores de caña, obreros de la construcción, haga usted la lista) marginando aún más a los cientos de miles de trabajadores y obreros dominicanos desempleados. Artículo 49. Se retrocede al código negrero de la época colonial cuando se otorgaban licencias de la monarquía española a los colonizadores para comprar esclavos en Africa y tráelos a trabajar a la fuerza, encadenados a tierras americanas, solo que ahora vendrán de Haití legalmente a Santo Domingo. Con pasaportes individuales o colectivos, acompañados de sus mujeres e hijos, con contratos de trabajo, transporte en autobús, residencias con agua potable y electricidad, alimentación balanceada, jornadas de trabajo de ocho horas, descanso semanal, escuelas, iglesias, pago de salario justo. Y los nuevos amos serán empresarios, políticos, centros de refugiados, sacerdotes. ¡Cuánta comedia! ¡Cuánta burla!

c) por reciprocidad jurídica, otorga a la diáspora haitiana radicada legal o ilegalmente en el país los mismos derechos de exaltar los valores patrios, culturales e históricos haitianos a través de la embajada y los consulados en bateyes y centros de trabajo, iglesias y escuelas que el gobierno dominicano va a solicitar en otros Estados para beneficio de la diáspora dominicana. Arts. No. 141 y No. 142. Cambiaremos la figura de Duarte por la de Toussaint Lovrerture y Desalines.

d) borra los liímites fronterizos a los habitantes de las comunidades fronterizas haitianas que podrán entrar y salir a territorio dominicano cuando les venga en ganas.

Artículo No. 36-6. Así como se permite utilizar trabajadores y obreros haitianos importados en zonas francas y turismo en territorio dominicano a todo lo largo de la frontera Art. No. 49, párrafo.

Amigo lector, cómprate un ejemplar de la Ley de Migración No. 285-04. Se vende en cualquier librería o juzgado de justicia del país. Está en el Internet. Ayúdame a explicarte la trama conspirativa leyendo su contenido, tranquilo, para que te convenzas de que la nación dominicana ha sido vendida al poder extranjero mediante esta ley y dejara de existir con la aplicación de su Reglamento.

¿Esta moralmente el gobierno del Presidente Leonel Fernández, sin capacidad de hacer cumplir la ley por falta de recursos humanos, económicos y tecnológicos, comprometido y obligado a reglamentar ahora la ejecución de esta Ley de Migración No. 285-04 sin antes ser revisada en su totalidad por un nuevo Congreso Nacional menos vende Patria como el actual, menos materialista, dispuesto a llevar al paredón y ejecutar a la nación dominicana a cualquier precio y la misma ser llevada a un plebiscito nacional?

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