Hoy 
Por ALEIDA PLASENCIA
Causa espanto la velocidad a la que el país retrocede en términos de competitividad debido, básicamente, al progresivo deterioro de la educación y a la crisis eléctrica, expresó la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH). Estos factores alejan cada vez más a la República Dominicana del nivel de desarrollo de países que treinta años atrás estuvieron al mismo nivel del nuestro, sostiene la AEIH en un boletín firmado por su presidente, ingeniero Ernesto Vilalta.
Refiere que según el Foro Económico Mundial, el país ocupaba el puesto 40 en el año 2000 en un ranking de competitividad, pero cayó al lugar 72 en el 2002 y luego al 102 en 2004, en un retroceso que consideró fatídico para el futuro cercano de la producción nacional.
La AEIH sostiene que 35 años después de haber sido fundada, aún no se han cumplido las metas soñadas de contar con un aparato productivo capaz de competir y proveer los empleos que demanda el país, mientras las políticas oficiales erradas se repiten al paso de cada régimen gobernante al abordar los problemas de la educación y la agobiante crisis del sistema eléctrico.
Nos asusta que las escuelas apenas se impartan dos horas y media de clase promedio diarias, mientras persiste una elevada proporción de deserción, baja preparación de los bachilleres que llegan a nuestras universidades, e incluso los muchos profesionales que salen al mercado con un título universitario bajo el brazo e innumerables faltas ortográficas en su escritura, siendo una buena cantidad de estos analfabetos funcionales, plantea la entidad.
Dice que países similares a República Dominicana, que iniciaron su desarrollo desde posiciones similares o peores a la nuestra, salen del atraso preparando una buena zapata educativa, lo cual explica que países como la India y la China estén entrando de lleno en la carrera tecnológica.
Estos países están hoy supliendo productos del conocimiento a zonas económicas de mayor desempeño como Europa y los Estados Unidos, señala.
Añade que estos países no se están limitando a suplir mano de obra barata para la producción masiva de bienes de bajos precios, sino que además están supliendo los cerebros que desarrollan los productos de última generación.
La organización expone que temas como el irrespeto a las instituciones, la no aplicación de la Ley de Carrera Administrativa, la perenne crisis energética, las debilidades del sistema judicial y la corrupción pública y privada, completan un escenario de grandes obstáculos para el despegue del país.
En ese mismo contexto cita la no implementación del Seguro Familiar de Salud, la falta de instrumentos financieros para la inversión productiva y la delincuencia, un fenómeno que es quizás resultado del propio deterioro de la economía nacional y la enorme pérdida de empleos en el sector productivo a consecuencia de las crisis bancarias del año 2003, amén de los puestos de trabajo ocupados por la continua migración de nuestros vecinos haitianos, empujados a nuestro país por la gravísima crisis social, política y económica que los aqueja.
La AEIH se pregunta si aún existirá en diez años la producción nacional. Se pregunta también si podremos recuperar los más de 300,000 empleos que se han perdido en los últimos años si no se producen las modificaciones estructurales necesarias para ser competitivos y participar en la globalización con alguna probabilidad de éxito.
También ¿podrá el presidente Leonel Fernández cumplir su objetivo de crear 500,000 nuevos empleos en el período constitucional para el que fue electo si no se crean las condiciones para que el sector productivo nacional pueda aprovechar el tratado comercial conocido como DR-CAFTA?
