Deterioro impide a visitantes disfrutar parque Mirador Norte

Deterioro impide a visitantes disfrutar parque Mirador Norte

La falta de mantenimiento a las áreas verdes cercanas a la principal puerta de entrada del parque Mirador del Norte, así como el deterioro de los juegos infantiles y el mal estado de los equipos utilizados en las excursiones acuáticas, crean dificultades a los visitantes.

Este Parque es considerado el principal pulmón de Santo Domingo Norte al que acuden millares de personas que residen en una de las zonas de mayor hacinamiento. Los visitantes, como José Gómez y Darío Báez, se quejaron de que el sistema de iluminación es deficiente y que muchas bombillas están dañadas.

Están prácticamente inservibles todos los juegos para niños. Algunos, como los columpios, tienen las cadenas rotas, los asientos oxidados y carecen de pintura.

Los botes que se utilizan en el lago Yaguaza, en la zona central del parque, fueron de las principales atracciones, pero de los 19 hay siete que están fuera de operación por desperfectos.

Además, aunque una disposición de la administración que se avisa en un letrero, establece que para montarse en un bote se requiere usar salvavidas, la medida no se cumple porque no se tienen esos equipos. Adultos y niños fueron vistos abordar los botes desprovistos de los salvavidas.

Empleados del Parque indicaron que ayer fue uno de los días menos concurridos, y sin embargo, fueron vistas muchas familias concentradas en los alrededores del lago.

Gran cantidad de niños jugaban encima de piedras en un lugar donde se supone que debía haber grama o arena fina.

Este parque se abre al público de martes a domingo de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.

A él asisten muchos grupos de congregaciones religiosas que lo prefieren para hacer sus reuniones. También acuden numerosas personas que se dedican a la lectura en lugares apartados, a jugar o montar bicicleta.

En el Parque existían trenes para movilizar a los visitantes a lo largo de sus casi seis kilómetros de área habilitada para visitas, pero la mayor parte de estos vehículos están dañados.

Los vagones están sumamente oxidados y se despedazan con sólo tocarlos.

Las puertas y la plataforma que guarecía a los trenes está en el suelo, lo mismo las piezas que sujetaban el rodaje de los vagones. Las pequeñas cabinas de los maquinistas y la persona que lo acompaña en calidad están también en proceso de destrucción. La palanca de los cambio, así como las frenos ni siquiera se mueven.

Ambos trenes, fabricados en España, están arrumbados próximo al área de la cafetería y el lago.

Los pequeños Ranfis Reynaldo González y Helen de la Cruz, de seis y ocho años, dijeron que les gustaría disfrutar de los trenes y lamentan que las maquinas no funcione.

Ruiz dijo que nunca se ha montado en un trencito y que su padre le había asegurado que el del Mirador Norte operaban estos aparatos.

Al local de la cafetería llega el mal olor de aguas putrefactas se acumulan a su alrededor cada vez que llueve, mientras que cerca de la entrada se cae un pedazo del techo de dos enramadas que fueron usadas en la Feria Ecoturística que se instaló aquí.

Las áreas verdes, los caminos y senderos están limpios y libres incluso de las hojas que desprenden los árboles y que en los bosques del parque se utilizan como abono.

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