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WASHINGTON (AFP).- El FBI arrestó este miércoles un importante experto del departamento de Defensa acusándolo de haber transmitido información «ultrasecreta» sobre potenciales ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak a integrantes de un grupo de cabildeo pro-israelí indicó el departamento de Justicia.
Lawrence Franklin que trabajaba en Irán en la oficina del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se entregó al FBI en Washington, luego que trascendieron los cargos, indicó el departamento de Estado.
«Una demanda criminal se planteó el martes y este miércoles de mañana se dieron a conocer los cargos contra Franklin por revelar información clasificada de la defensa nacional de Estados Unidos a una persona o a un grupo de personas que no estaban autorizadas a recibirla», indicó el departamento.
«El cargo incluye una pena máxima de 10 años en la cárcel».
Franklin, de 58 años, es acusado de haber revelado información clasificada a dos empleadas del Comité de Relaciones Públicas Estadounidense-Isrealí (AIPAC, en su sigla en inglés) un prominente grupo de cabildeo pro Isreal, en un restaurante en Arlington, Virgina, el 26 de junio de 2003.
«Durante el almuerzo, Franklin supuestamente reveló información clasificada como ‘Top Secret’ relacionada con ataques sobre fuerzas estadounidenses en Iraq a los dos individuos, ninguno de los cuales tenían el permiso de recibirla», indicó el Departamento de Justicia.
«Supuestamente Franklin le dijo a los dos individuos que la información era ‘altamente secreta’ y les pidió que no la usaran», dijo.
En la búsqueda en la oficina que poseía Franklin apareció un documento clasificado «Top Secret / SCI» (Información secreta compartimentada) de junio de 2003 que contenía información que el analista supuestamente traspasó, de acuerdo a una declaración jurada del FBI presentada con la demanda.
La declaración jurada indica que Fanklin admitió durante un interrogatorio voluntario con agentes del FBI, el 30 de junio de 2003 que había pasado información clasificada del informe a las personas con quien se entrevistó en el restaurante.
La declaración jurada también sostiene que Franklin pasó información clasificada a un funcionario extranjero no identificado y a miembros de la prensa en otras ocasiones.
De acuerdo a esta declaración jurada del FBI, 83 documentos clasificados que cubren un período de tres décadas fueron halladas en la búsqueda realizada en la casa que posee Franklin en West Virginia. De ellos, 38 llevaban la calificación de «Top Secret», 37 la de secretos y ocho confidenciales.
La investigación procuraba determinar si Franklin pudo pasar información calcificada al gobierno israelí.
El mes pasado AIPAC destituyó a dos empleados de alto rango -director político Steven Rosen y el experto Keith Weissman. Entonces, ambos negaron por medio de su abogado haber solicitado, recibido o traspasado documentación clasificada.
El Pentágono no hizo comentarios sobre el arresto.
Franklin trabajaba para el sub secretario político de Defensa, Douglas Feith, un halcón neo conservador con fuertes lazos históricos con Israel.
Luego que la investigación trascendió en agosto, los líderes israelíes negaron vehementemente que Israel estuviese espiando a los Estados Unidos, y rechazaron el caso catalogándolo como una disputa política interna que desaparecería luego de las elecciones presidenciales.
Los funcionarios israelíes la describieron como un intento de retratar a Bush como un rehén de los consejeros judíos y el sector neo conservador.
En un momento, el congresista Robert Wexler de Florida acusó al responsable del FBI en la investigación de anti semitismo, y solicitó al presidente George W. Bush que considerara removerlo del cargo.
Israel declaró que no espía a Estados Unidos luego del caso de Jonathan Pollard, un experto de inteligencia de la marina estadounidense, quien derivó a Israel miles de documentos secretos durante 18 meses antes de su arresto en noviembre de 1985.
Pollard fue sentenciado a cadena perpetua en 1987, pero Israel solo admitió que se trataba efectivamente de un espía once años más tarde. Desde entonces ha presionado para que Washington lo perdone.
