Por Paulina Abramovich
SANTIAGO (AFP) .- La hija mayor del ex dictador chileno Augusto Pinochet, Lucía Pinochet Hiriart, regresó este sábado a Santiago para enfrentar a la justicia chilena, luego de permanecer seis días prófuga en un periplo que incluyó Argentina y Estados Unidos.

   Lucía Pinochet, de 64 años, arribó a Santiago a las 15H24 GMT, en un vuelo comercial que la trasladó desde Buenos Aires, donde realizó una breve escala de no más de 40 minutos.

   Al llegar a Santiago quedó detenida en cumplimiento de una orden de detención que pesaba en su contra emitida por el juez Carlos Cerda, que la procesó por evasión tributaria de 860.000 dólares y el uso de pasaportes falsos.

   «Es tanto lo que se dice que preferí dar la cara», dijo Lucía Pinochet a periodistas en el vuelo que la trasladó desde Buenos Aires a Santiago.

   Luego de que se le leyeron los cargos en su contra y se le informaron sus derechos al interior del avión, fue trasladada hasta la Academia de Oficiales Penitenciarios, en el sur de Santiago, donde permanecerá detenida hasta al menos el lunes.

   Una sala especial de la Corte de Apelaciones de Santiago debía estudiar este sábado su libertad bajo fianza, pero concluyó sus funciones antes de iniciar el estudio de los antecedentes.

   En la Academia Penitenciaria permanecerá detenida junto al ex presidente peruano Alberto Fujimori, recluido allí desde el 7 de noviembre a la espera de que se resuelva un juicio de extradición en su contra.

   Con su regreso a Chile la hija mayor del ex dictador puso fin a un largo periplo, que se inició el domingo pasado -un día antes de que fuera procesada junto a sus cuatro hermanos-, cuando huyó de Chile por tierra rumbo a Argentina.

   Desde ese país abordó luego un vuelo hasta Washington, donde llegó la mañana del miércoles, siendo retenida por casi 12 horas por agentes de migración que le impidieron su ingreso a Estados Unidos y la cancelaron la visa.

   Mientras permanecía retenida en el aeropuerto de la capital estadounidense sorprendió e irritó a las autoridades chilenas al solicitar asilo político, alegando persecución en su contra.

   A la espera de la resolución de su solicitud fue trasladada a un centro de detención de migraciones, donde aguardó hasta que tomó el vuelo de regreso a Chile, luego de desistirse de su petición de asilo.

   En el vuelo de regreso dijo a periodistas que la trataron «bastante mal» en Estados Unidos y que dentro de la cárcel debió usar uniforme de reo y concurrir a la corte «usando esposas».

   Lucía Pinochet negó además todos los cargos en su contra y acusó una discriminación de parte de la justicia chilena.

   «La justicia aquí para uno es para un lado y para otros diferente», dijo.

   Mientras Lucía Pinochet permanece detenida, su padre permanece libre en su residencia de descanso de Los Boldos, en la costa central chilena.

   Pinochet también fue procesado por evasión tributaria y uso de pasaportes falsos por este mismo caso el 23 de noviembre, dos días antes de cumplir 90 años.

    El juez lo liberó de inmediato bajo fianza, pero permaneció detenido en su residencia por 49 días hasta el 11 de enero pasado, por otro proceso por violaciones de los derechos humanos.

   La justicia chilena persigue a la familia del ex dictador desde junio de 2004, cuando se descubrieron las primeras del casi centenar de cuentas bancarias que mantuvieron ocultas en el Riggs Bank de Washington y otros países, con depósitos por 27 millones de dólares, con fondos de un presunto  «enriquecimiento ilícito».