Resulta inconcebible, sobre todo en esta época de tanta inseguridad ciudadana y cuando en el deporte se realizan grandes esfuerzos para acortar el tiempo de duración de los eventos deportivos, que una cartelera de boxeo profesional en República Dominicana se prolongue por siete u ocho horas, y hasta más.
El 17 de este mes, en el hotel Jaragua de Santo Domingo, se celebró una atractiva e interesante velada de boxeo profesional. Su inicio se anunció para las 6:00 de la tarde, aunque empezó cerca de dos horas más tarde. Terminó pasadas las tres de la mañana del día siguiente.
Debo reconocer el extraordinario sacrificio de los promotores por mantener viva la plaza del boxeo profesional en la República Dominicana, pero se hace urgente y necesario que en conjunto con las autoridades del Comisionado Nacional se adopten las medidas correspondientes para acortar el tiempo de duración de las carteleras.
Los espectáculos de boxeo están resultando cansones para los fanáticos, lo cual es una lástima, porque después de tantos esfuerzos y sacrificios por presentar un evento atractivo y recreativo, no se llene el cometido, solo por pretender incluir más combates de lo que recomienda la prudencia.
He tenido el honor de asistir a grandes carteleras de boxeo, muchas de las cuales en Las Vegas, Nevada, considerada la “meca del boxeo mundial” y el verdadero espectáculo, el que venden para la televisión, regularmente no pasa de cuatro peleas, iniciando a las 9:00 de la noche y terminando en tres o tres horas y media.