En la entrega anterior hice referencia al combate de esta noche entre el dominicano Félix Díaz y el estadounidense Terence Crawford en el Madison Square Garden de Nueva York.
No pretendía seguir abundando sobre el tema, pero el interés generado por la pelea casi me obliga y quisiera aprovechar la ocasión para reiterar mi creencia de que Félix Díaz es un boxeador capaz de vencer a cualquier rival, sin importar como se llame.
Independientemente de lo que suceda hoy, pienso que Díaz vive un buen momento de su carrera como boxeador profesional
El campeón es Crawford, dueño del título súper ligero (140 libras) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y también del cetro de la misma división que avala la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Ambas coronas estarán en disputa esta noche.
Se trata de una gran oportunidad para el dominicano. Si pierde, lo haría ante “un grande”. Crawford está considerado uno de los mejores de la actualidad libra por libra. Si el resultado favorece al quisqueyano, entonces se habría anotado una victoria verdaderamente histórica.
El nuestro se convertiría en el primero que derrota a Crawford, además de que pasaría a formar parte de la exclusiva lista de boxeadores que tras ser campeones olímpicos logran alcanzar una faja mundial como profesionales y sería el primer dominicano que gana dos fajas mundiales titulares en una misma noche. En este último aspecto debo aclarar que Claudio Marrero también obtuvo dos cetros en una misma noche, cuando derrotó a Carlos Zambrano, para hacerse con los títulos del peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de la OMB, pero estos son cetros interinos, sin que ello signifique que tienen menor valor.
Félix Díaz sería, además, el primer dominicano que ganaría una faja mundial en la categoría welter junior. Crearía, asimismo, un precedente que tardaría mucho para ser igualado en el país, que el mismo boxeador conquiste un oro olímpico y, luego, un cetro mundial.