No tengo la menor duda de que el boxeador dominicano Félix Díaz es capaz de vencer a cualquier rival, sin importar que se llame Terence Crawford.
Solo debemos recordar su actuación en los Juegos Olímpicos de Beijing, donde, contra todos los pronósticos, se ajdudicó la medalla de oro de su categoría.
El 20 de este mes, Díaz subirá al ring para enfrentar al campeón Crawford y otra vez las apuestas no le favorecen.
La pelea, sin embargo, brinda al dominicano la oportunidad de ganar dos fajas mundiales, una hazaña lograda, hasta el momento, por un solo quisqueyano: Claudio Marrero, cuando el 29 del pasado mes derrotó por nocaut en el primer asalto a Carlos Zambrano para quedarse con los títulos interinos del peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Diferente a Marrero, Félix Díaz combatiría por las fajas mundiales titulares (no interinas) del peso welter junior de la OMB y el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea será en el Madison Square Garden de Nueva York.
Su rival, el estadounidense Crawford, es un boxeador de gran peligrosidad. Tiene un récord impresionante, 30-0, con 21 triunfos por la vía del nocaut. La foja de Díaz es de 19-9 con 9 nocauts.
Estoy consciente de que el dominicano tendrá una noche difícil, pero no me sorprendería que alcance la victoria. El nativo de Sabana Perdida es un púgil aguerrido, que siempre va hacia adelante y sus contrincantes deben hacerse de una buena preparación para poder responderle.
Ah, y su peligrosidad aumenta cuando tiene una motivación especial y la victoria de Marrero podría ser ese incentivo.
De hecho, conversé con Claudio Marrero y me dijo que se quedó en Nueva York para esperar la pelea de Félix Díaz y así regresar juntos a la República Dominicana.
“Félix está muy motivado, se está preparando muy bien”, me comentó el campeón Marrero.