A los Juegos Olímpicos de Beijing, el boxeo dominicano llegó con la esperanza de obtener una medalla, sin importar el color.

La meta, de acuerdo con los directivos de la Federación, era cuando menos igualar su mejor actuación en Juegos Olímpicos, sin descartar la posibilidad de que pudiera superarla.

Y su mejor actuación había sido registrada en los Juegos de los Angeles (Estados Unidos), en el 1984, cuando Pedro Julio Nolasco obtuvo medalla de bronce, la que, además, era la primera presea olímpica del deporte dominicano.

La historia es ampliamente conocida. En Beijing, el boxeo superó con creces sus expectativas, debido a que conquistó medalla de oro, en los puños de Félix Díaz.

El Mundial de Milán

Una situación parecida se le presenta al boxeo dominicano de cara al Mundial de Milán.

En su historia solo registra una medalla mundialista.

La obtuvo Elio Rojas, hoy campeón mundial de boxeo profesional, cuando se adjudicó un bronce en Irlanda del Norte.

Dominicana participará en Milán con sus cuatro mejores boxeadores: Juan Carlos Payano (54 kilos), Claudio Marrero (57), Roberto Navarro (60) y Gilbert Castillo (81).

De ellos, sólo Marrero no asistió a los Juegos Olímpicos de Beijing.

La diferencia

La diferencia entre Beijing y Milán podría ser que en el primer caso, Dominicana contó con los servicios de un entrenador de la capacidad y respeto internacional del cubano Pedro Luis Díaz, sin dejar de reconocer la calidad del también cubano Salvador Castillo, quien tiene bajo su rsponsabilidad la dirección del plantel criollo que estará en el Mundial.

Pero hay otra diferencia que es fundamental.  Se trata de la preparación.

De cara a Beijing, los directivos del boxeo nacional recibieron un sólido de respaldo tanto de la Secretaría de Estado de Deportes como del Comité Olímpico Dominicano para la preparación de los atletas.  Parece que en esta ocasión eso ha faltado.