La crisis eléctrica se mantiene en ese punto del cual nunca parece salir: deudas cada vez más altas y en dólares afectan la generación y, por lo tanto, los apagones se expanden territorialmente y se hacen más largos. Ayer las quejas de los usuarios continuaban, como en los días inmediatamente anteriores. De fuentes de los generadores se ha sabido que la deuda supera los US$370 millones, sobre un monto de US$400 millones de deudas anteriores. El gobierno prometió abonar este lunes US$46 millones.
A pesar de la promesa de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) de que pagará en las próximas horas US$46 de los US$373 millones que adeuda a los generadores de electricidad, estas empresas aún mantienen apagadas una considerable cantidad de plantas que alimentan al sistema eléctrico nacional.
Continúan fuera de servicio las unidades generadoras Sultana del Este, con capacidad de 152 megavatios; Haina I con 49, precisamente por falta de combustible; Haina II con 50 megas, apagada por mantenimiento; Haina IV, con 72 megavatios, por bajo nivel de combustible.
También están fuera del sistema los generadores de la Compañía Eléctrica de San Pedro de Macorís (CESPM) con 300 megavatios y las plantas de la Corporación Eléctrica Puerto Plata (CEPP-I) con 16.5 megavatios; y CEPP II con 50.
El viernes, el vicepresidente de la CDEEE, Radhamés Segura, anunció que durante el transcurso de esta semana pagarán US$46 millones pero los generadores informan que el total acumulado llega a más de US$300 millones.
Mientras, el déficit en el suministro al comercio, la industria y a los hogares continuó afectando ayer a esos usuarios a nivel nacional, con el agravante de un aumento en la demanda atribuido a elevadas temperaturas ambientales.
Por ejemplo, ayer a las once de la mañana, el déficit general del sistema se situaba en 509 megavatios, debido a que la oferta era de 1,301 megavatios y la demanda de 1,810 megavatios, por lo que las distribuidores no podían suministrar el servicio a los usuarios del sistema.