POR MARIO MÉNDEZ
La deuda pública de la República Dominicana se mantendrá en un nivel considerado crítico hasta, por lo menos, el año 2009.

Esto así porque cuando la deuda pública alcanza el 40% o más del PIB se considera que cae en un nivel crítico, que es el caso de la deuda dominicana a partir del 2003, cuando como resultado de la crisis bancaria subió al 56.2% del PIB.

En el pasado año la deuda pública había bajado a 44.4% del PIB, un nivel todavía considerado crítico.

Según cálculos del secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás, para el 2007 el nivel de la deuda pública bajará a 42.9% del PIB en el 2007 y a 40.9% del PIB en el 2008, niveles considerados críticos.

Será en el 2009 cuando se espera que baje a 38.5% del PIB, por debajo del nivel considerado crítico.

Estos niveles de deuda obligarán al país a mantener en el presente y los próximos años un superávit fiscal primario, lo cual limitará significativamente las posibilidades de inversión pública y el aumento de la inversión en los servicios básicos, como educación y salud.

Según explica el ingeniero Montás en un trabajo sobre la deuda pública dominicana, expertos sugieren que sugieren que los países de América Latina deberían mantener una razón de deuda publica total con respecto al PIB entre 25 y 30% con el fin de evadir la probabilidad alta de enfrentarse a una crisis de endeudamiento en el corto y mediano plazo.

Explica que para el FMI, una deuda pública equivalente a un 25% del PIB es considerado como un nivel sostenible para países emergentes, pero un nivel 40% del PIB es considerado un nivel critico.

A partir del 2003, la deuda pública dominicana pasó a ser insostenible y se proyecta que solo a partir del 2009 bajará del nivel crítico.

En un análisis de los factores explicativos de las crisis fiscales en el período 1980-200 en América Latina, el ingeniero Montás señala que en la crisis la deuda pública de la región alcanzó el 47.5% del PIB y la deuda externa el 42.1% del PIB mientras que el pago de intereses alcanzó el 3.5% del PIB y la deuda externa de corto plazo, el 10.2% del PIB.

Asimismo, el saldo corriente de la cuenta financiera de la balanza de pagos fue deficitario en 1.1% en el período de crisis en la región.