MILÁN,  AFP.  Los diseñadores milaneses desempolvaron  los viejos encajes de la abuela, en el quinto día de los desfiles de prêt-à-porter femenino para la primavera-verano 2011, inventado un nuevo chic liviano que se combina con la exploración creativa de efectos gráficos.

Domenico Dolce y Stefano Gabbana transportaron a sus modelos a una atmósfera mediterránea de otra época. La mujer imaginada por el duo italiano parece haber sacado de su ajuar de novia sábanas, manteles y colchas de encaje bordadas para confeccionar su vestuario.

Estilos bordados ingleses, macramés y flores de puntillas decoran veraniegos vestidos de tirantes, largos o cortos, rectos o acampanados, confeccionados en algodón o lino superfinos. El blanco es de rigor, con incursiones del negro en trajes de estilo muy siciliano que se ajustan a las líneas del cuerpo. También Brioni, por primera vez con diseños de Alessandro Dell’Acqua, presentó largos vestidos de encaje. Las chaquetas están cortadas con láser, para darles un toque muy contemporáneo, y se llevan con un micro-short o pantalones amplios.

Colección.  Las camisas de popelina de seda transparente aportan una nueva sensualidad a esta mujer de Brioni, que se atreve a vestir conjuntos de un rojo vivo y túnicas marroquíes.

En la misma línea, Salvatore Ferragamo propone una mujer de elegancia relajada, con los cordones como elemento recurrente.

Con los cabellos recogidos por una pañoleta, lleva vestidos de punto, largas faldas de fluctuantes volúmenes y blusas arrugadas de campesina.

Otras colecciones

Marco de Vincenzo

Chaquetas con faldones y vestidos de corola fueron las propuestas de Marco de Vincenzo, uno de los jóvenes talentos de la moda italiana. Muy gráfica, su coleccióMn se distingue por una gran búsqueda en el tratamiento de los tejidos para obtener efectos ópticos inesperados. Deslavados en algunos lugares, chaleco, chaqueta y bermudas en denim negro presentan rotos blancos como el negativo de una fotografía. La impresión de una trama cuadriculada en un vestido de seda está pigmentada de pixeles de colores. Los pliegues de las faldas bicolor se transforman en rayados. Sobre los tejidos de punto aparecen imágenes como proyectadas.    También Missoni optó por un gran impacto visual- gráfico.