La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) es, sin duda alguna, uno de los departamentos más importantes del Gobierno, dado que el mismo es clave a la hora de recaudar recursos que son destinados a cubrir distintos programas oficiales.

Por tanto, es reconfortante saber que DGII no se cruza de brazos sino que, por el contrario, se moderniza, se adapta a las nuevas y modernas corrientes que se imponen en toda oficina recaudadora en esta sofisticada era de la cibernética.

La DGII hizo amplias exposiciones el pasado miércoles a los ejecutivos del Grupo Corripio de Comunicación Social y explicó, con lujo de detalles, cuantas medidas toma para dar mayores facilidades a los contribuyentes a la hora de pagar sus impuestos.

Al frente de la DGII se encuentra el licenciado Juan Hernández, un funcionario tenido como muy capaz, un especialista en materia tributaria, de muy largo ejercicio en el sector privado y quien ya fuera director de la DGII en el primer período de Gobierno del doctor Leonel Fernández.

II

El licenciado Hernández, reiteradamente, ha dicho que una de sus mayores preocupaciones es dotar a la DGII de un personal debidamente preparado, honesto y leal. Como buen conocedor de lo controversial que resulta todo departamento impositivo, una de las más cotizadas metas de la DGII es la de convencer al contribuyente de que la oficina no es su enemiga.

Y por eso capacita a su personal, cada día mas, no solo en el aspecto tributario, sino también en el humano.

La DGII cuenta con dos mil cuatrocientos empleados para servir a los contribuyentes y la jefatura del departamento se ha impuesto la tarea de capacitarlos a todos para que sirvan debidamente al país.

Por eso, a ese personal se le adiestra debidamente, poniéndose especial énfasis en mostrarle que debe servir a la ciudadanía con lealtad, con honradez, con respeto irrestricto a las leyes, así como también ofreciendo un trato igualitario para todos los contribuyentes, lo que garantiza un mejor compromiso social de la nación.

La DGII se siente satisfecha, hasta ahora, con los resultados que obtiene de sus esfuerzos y está consciente del reto que representan los cambios que se registran en materia tributaria en el país, producto de convenios internacionales y de la evolución en el mundo de los negocios.

III

El departamento pone marcado énfasis al asegurar, con razón, que no fija gravámenes o cargas, sino que cumple con las leyes que se dictan en esa materia, atribuciones que corresponden a otras áreas gubernamentales.

Siempre habrá resistencia, en este país y en todos los países, al pago de impuestos. El ser humano, donde quiera que se encuentre, tratará de cubrir algo menos de lo que verdaderamente le corresponde. Y mientras mayor sea la deficiencia estatal en la cobertura de servicios vitales, pues mayor será la resistencia al pago de cargas tributarias, ya que el contribuyente exige que se le devuelva en servicios lo que paga en impuestos. Eso es algo muy lógico. Por eso, reconforta un tanto el hecho de que DGII afirme que no ve al contribuyente como un adversario y que busca vencer cuantos factores de riesgo se le presentan. Eso sí, de acuerdo con sus propias expresiones, interpretando la ley en forma correcta y cobrando a cada cual cuanto debe pagar.

Por tales motivos, nos alegra que la DGII disponga de planes civilizados para los cobros. Que todo el mundo sea medido con la misma vara y que cada cual se sienta responsable del cumplimiento de sus deberes.