POR SOILA PANIAGUA
El director general de Impuestos Internos, Juan Hernández dijo ayer que la administración tributaria operará un cambio sustancial en la forma de seleccionar los contribuyentes para ser auditados y realizar las revisiones de sus libros que incidirá en una reducción significativa de la evasión fiscal.

Explicó que “definitivamente” se requerirá de unos procedimientos más pulcros en el registro de los datos por parte del contribuyente, porque su consistencia estará sujeta a cada vez más controles informáticos.

Añadió que a la fecha hay unas 19 imprentas autorizadas para emitir comprobantes fiscales, cuyos nombres pueden ser consultados en la página de la Dirección General de Impuestos Internos, DGII.

El funcionario habló en una conferencia que dictó ante los miembros del Instituto de Contadores Públicos Autorizados, durante una cena que se llevó a cabo en el salón La Mancha del hotel Lina, que encabezó Hermógenes Casado, presidente de esa entidad.

En la actividad, Hernández propuso la firma de un acuerdo donde contadores y auditores se  comprometan a ser un agente multiplicador de las normas, políticas y procedimientos dictadas por la DGII y trabajen junto a esa  entidad en los criterios que darán lugar a la conformación del registro de elegibles para interactuar como representantes de los contribuyentes ante la administración.

Afirmó que el cambio más relevante que sufrirá la administración tributaria dominicana en toda su historia estará fundamentado en la implementación del reglamento para el control de la emisión, impresión y entrega de comprobantes fiscales.

 Afirmó que a partir de enero del 2007, ninguna factura emitida sin un número de comprobante fiscal otorgado por la DGII  podrá ser utilizada como gasto deducible del Impuesto sobre la Renta o como crédito fiscal a los fines del  ITBIS.    La implementación de esa disposición cambiará radicalmente la manera de las empresas administrar los registros de sus ingresos y gastos y, por consiguiente, la forma de presentación de sus resultados económicos con fines fiscales, puntualizó.

“Hemos definido un plan para ser ejecutado en el período agosto 2004-agosto 2008, con la directriz de aumentar sostenidamente las recaudaciones, basado en programas de acción en los ámbitos de mejora de procesos”, dijo Hernández.

Agregó que también usarán en forma intensiva la tecnología,   almacenamiento de información de entidades externas y de terceros, del establecimiento de normas de apoyo a la obtención de informaciones y para la creación del establecimiento de retenciones en sectores estratégicos, entre otros.

Destacó que la DGII se ha propuesto asumir un liderazgo en el país, en cuanto a la temática tecnológica para reducir los costos de cumplimiento y para hacer más eficiente los procesos de control de los contribuyentes.

Agregó que para el 2007 buscan elevar al 70% los contribuyentes que utilizan esa vía para declarar.

Manifestó que la  DGII pretende alcanzar con los resultados de los procesos de cruce al 25% de sus contribuyentes a partir del próximo año.

“No sobra nunca resaltar los méritos de la norma general 8, que en adición a mejorar sustancialmente los niveles de venta declarados por los contribuyentes (40.1% de crecimiento en las ventas y 49.5% de incremento de las ventas gravadas enero-junio 2006, respecto al mismo período en el 2005), sentó las bases para la creación de una fuente de información tecnológicamente bien manejada del total de las ventas que realizan los contribuyentes con medios electrónicos de pago”, dijo.

Sin embargo, añadió que esta relación físico-contribuyente tiene un intermediario: el profesional cuyo ejercicio está referido a la materia tributaria.

“Esta intermediación implica una responsabilidad en la evolución para con el desarrollo de la administración tributaria”, agregó.

Hernández precisó que están trabajando en la modificación del artículo 214 del Código Tributario y otros relacionados con los delitos y responsabilidad solidaria, para la incorporación de nuevos criterios que tipifiquen y sancionen las acciones de las personas que por título, oficio o actividad habitual, sean personas especializadas o versadas en materia tributaria”.

Reconoció el valor del contador y del auditor que dijo está cada vez más referido a su capacidad de reducir de manera eficiente, sin realizar acciones reñidas con la ética y los riesgos que tiene el contribuyente frente a una administración cada vez fuerte.