POR CARMEN CARVAJAL
La ley contempla el cobro del impuesto a la propiedad inmobiliaria a los locales comerciales, hoteles y empresas y mientras no sea cambiado, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) no puede dejar de cobrarlo. Sin embargo, el titular del organismo, Juan Hernández, es partidario de que este tributo se modifique en la reforma que se plantea para los próximos meses. Entiende que puede ser compensado con el Impuesto sobre la Renta.

Para este año, el gobierno espera que este impuesto le genere más de RD$1,000 millones. Al igual que otros está siendo cobrado por la DGII a los contribuyentes.

Las medidas aplicadas por Impuestos Internos han permitido la reducción sustancial en los niveles de evasión, de acuerdo a Hernández, quien cifra en 80% el incremento en las recaudaciones del Impuesto sobre la Renta en los cuatro primeros meses del año 2005.

La DGII ha logrado que los dominicanos paguen un 44.5% más de ITBIS que el año pasado. Este incremento, explica el funcionario, es superior a las proyecciones, aún y con el incremento de las tasas. Son RD$4,000 millones más de lo esperado que ha llevado a las arcas del Estado la DGII en estos primeros meses del año.

A pesar de estos resultados, el director del organismo afirma que el reto más importante que enfrenta esta administración es aumentar el desempeño recaudador.

El índice

El ITBIS, explica en un análisis del desempeño de este tributo, es uno de los que mayores recursos genera al fisco, el 30.6% del total recaudado por la DGII en 2004, por lo que considera importante establecer un índice que permita medir la capacidad de recaudación y la sensibilidad de las recaudaciones al ciclo económico, a la hora de evaluar el desempeño de este impuesto.

Este índice permite evaluar el desempeño recaudatorio, ya que captura el efecto de un mayor o menor nivel de cumplimiento tributario.

Se calcula como la fracción resultante de dividir la recaudación efectiva del ITBIS, expresada en porcentaje de alguna variable macroeconómica correlacionada con su base teórica y la tasa legal vigente del impuesto.

Este índice se mantuvo creciente en el período 1996-2000, pero la disminución de la eficiencia y la crisis del 2003 revirtieron la tendencia.

Hernández se reunió con los miembros de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, a quienes explicó el plan estratégico que ejecuta la DGII para lograr una serie de metas, algunas de las cuales, como el incremento de las recaudaciones, han sido superadas, de acuerdo al funcionario.

El 16 de agosto pasado, cuando accedió por segunda vez a la dirección de la DGII, Hernández afirma que encontró un panorama caracterizado por el deterioro de la aplicación de políticas y procedimientos para estandarizar las acciones de la DGII, falta de capacitación del personal, ausencia de mecanismos de evaluación del desempeño, inadecuada aplicación de la plataforma tecnológica y percepción de ineficacia.

Todo esto acompañado por un alto nivel de evasión fiscal, especialmente del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industriales y Servicios (ITBIS).

Actualmente, la DGII busca fortalecer las cualidades profesionales y éticas de sus funcionarios y promover la excelencia mediante la medición del desempeño.

También, facilitar el cumplimiento, establecer procedimientos autocontrolados y estandarizar las acciones de los funcionarios.

Otros pasos que han redundado en una mejoría sustancial del desempeño, lo constituye los acuerdos con los bancos y la red de tarjetas de crédito y ATH para transparentar el ITBIS, el fortalecimiento de la información cruzada y el aprovechamiento de acuerdos de intercambio de información fiscal firmado con los Estados Unidos.

La aplicación intensiva de tecnología en la entidad recaudadora, además de permitir a la entidad un menor manejo mediante el cruce de información, facilita el cumplimiento a los contribuyentes.

Es el caso de la placa para los vehículos, que este año no ha constituido ningún problema para los usuarios, que cómodamente pueden adquirirla cuando van al supermercado a comprar o en cualquier otro momento, sin filas ni traumas.

Esto contrasta con años anteriores, en que, en ocasiones, ni siquiera se pudo expedir la placa para vehículos por las dificultades logísticas que tenía la DGII.