La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) clausuró ayer el restaurante La Dolcerie, ubicado en el ensanche Piantini, debido a “faltas tributarias” y la emisión de facturas sin comprobante fiscal.
El abogado Frank Acosta explicó que la DGII ejecutó la orden de clausura, en virtud de “incumplimientos tributarios” cometidos por el negocio.
“Estamos en un proceso evacuado por la DGII, por algunos tipos de faltas tributarias que tiene la empresa”, precisó.
Al ser ejecutado el cierre, la administradora de La Dolcerie, Helen Doñé, riñó con Acosta, alegando que el negocio no había emitido facturas sin comprobantes fiscales, como sostenía el abogado.
Además, mostró la constancia de que el negocio había cumplido con sus compromisos fiscales.
“Miren donde están las facturas ahí; yo no estoy en falta”, decía Doñé, mientras enfrentaba a los abogados.
En tanto, varios clientes protestaron cuando tuvieron que abandonar el negocio, donde algunos celebraban un cumpleaños y una despedida de viajeros.
Heidi Reid se encolerizó cuando tuvo que salir del negocio.