DGII dice no es impuesto nuevo

DGII dice no es impuesto nuevo

POR SOILA PANIAGUA
El director general de Impuesto Internos, Juan Hernández,  afirmó ayer que el anticipo de 1.5% a las ventas brutas, en sustitución del 2.0% a las importaciones, no es un gravamen nuevo y que el gobierno sólo ha propuesto extenderlo hasta más allá del 2006.

Afirmó también que ese impuesto no aporta un centavo extra al gobierno porque eso se está cobrando en la actualidad, sino que su único beneficio es aumentar el flujo de cajas, porque todo el dinero que aporte el 1.5% se va devolver a los contribuyentes cuando hagan sus declaraciones del Impuesto Sobre la Renta a fin de año.

“De ninguna manera eso implica una doble imposición, porque los anticipos son obligatorios en todas partes. Ese anticipo de 1.5% se puede comparar con el impuesto de 1.0% a los activos. Esa no es una cosa nueva. Eso lo que da es un mayor flujo de caja”, sostuvo Hernández.

El funcionario expuso sus conceptos después del rechazo de diversos sectores al anticipo del 1.5% a las ventas brutas de las empresas, propuesto por el Poder Ejecutivo como adendum al proyecto de reforma fiscal.

“Eso se va a dejar igualito a como ha estado hasta ahora y nadie se ha muerto, solo que en lugar de sustituirlo en el 2006, como se había programa, se va a prolongar por un mayor período de tiempo.  Ellos quieren exenciones en los anticipos y el gobierno no lo va a aceptar, porque el Impuesto sobre la Renta todo el mundo lo tiene que pagar”, explicó Hernández.

El funcionario sostuvo que lo primero que se debe diferenciar es el anticipo de 1.5% a los ingresos brutos y el impuesto mínimo de 1.5% a los ingresos brutos. Explicó que el impuesto mínimo perimió en el 2003 y que era un gravamen en el que el contribuyente, ganara o perdiera, debía pagarlo.

“Para el año 2004 el impuesto de 1.5% a los ingresos brutos se convirtió en anticipo, lo que significa que los pagos que por ese concepto se hiciesen en el año pueden ser deducidos de lo que se debe pagar al final de año”, dijo.

Bajo esas circunstancias, explicó que si las empresas registraban pérdidas tenían un saldo a su favor que podían recuperar.

“Así funcionaba el 1.5% en el 2004 y así exactamente está funcionando en el 2005. O sea, los contribuyentes están pagando el 1.5%, lo mismo que pagaron en el 2004 por concepto de anticipo y el efecto que tiene es que puede ser compensado con el impuesto que resulta al final de año”, dijo Hernández.

Agregó que para el 2006 se proyectaba que habría otra modalidad de cálculo del deducible.

Añadió que “ahora lo que propone el gobierno es exactamente lo mismo que está en la actualidad y es que los contribuyentes paguen por concepto de anticipo el 1.5% de los ingresos, cálculo al año  anterior para dar más facilidad”, manifestó.

Agregó que cuando el contribuyente sume todos los pagos y si por alguna razón esos pagos superan el monto que debe pagar por concepto del Impuesto sobre la Renta, se le devuelve o, todo lo contrario, si es menor tiene que aportar el resto.

“Lo que se está planteando con este mecanismo es un flujo de caja permanente al gobierno en sustitución del 2.0% de anticipo a las importaciones”, sostuvo.

Consideró que el proyecto de reforma que sometió el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional es una pieza que busca recuperar un dinero que se va a perder por  la eliminación de la comisión cambiaria y de las reducciones de los aranceles.

“El Congreso es que deber modificar y hacer leyes. Está en el derecho de introducir las modificaciones que quiera. Los partidos de oposición también están en el derecho de modificarlas. Pero hay que reconocer que el gobierno no puede prescindir de los recursos propuestos en el proyecto”, dijo.

Adelantó que ante el impasse que se ha presentado en torno a la reforma fiscal, el gobierno lo que hará es presentar un Proyecto de Presupuesto y Ley de Gastos Público con los ingresos que tiene por concepto de comisión cambiaria.

Explicó que con el anticipo de 2.0% a las importaciones el gobierno, lo que planteaba era un mecanismo para eficientizar el cobro y combatir la inflación.

“Todos saben que aquí hay una serie de personas y empresas que hacen operaciones grandes a través de las aduanas que son desconocidas. Entonces, al ponerle un cargo a cada uno de ellos se iba detestar cantidades de dinero, estimado en unos RD$1,000 millones que ahora el gobierno no va recibir”, dijo.

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