MIAMI (AP) — No sabe explicar muy bien por qué, pero está convencido de que quiere hacerlo. Por eso, después de siete años sin ofrecer conciertos en Estados Unidos, Raúl Di Blasio se presentará en febrero en Miami.  

“Sé que este es el momento de regresar a Miami. Es cuestión de intuición”, expresó Di Blasio, apodado como “El Piano de América”, en una reciente entrevista telefónica con la AP desde la ciudad de México.  

Y después de varios minutos, como si se hubiera quedado pensando una explicación más convincente, retomó el tema y aseguró: “Si vuelvo a Miami ahora es también porque estoy cumpliendo 20 años de carrera”.  

Es que aunque hayan pasado casi dos décadas, Di Blasio no olvida aquel momento de 1991 en el que se subió a un escenario de Miami siendo un desconocido y recibió una fuerte ovación del público que lo escuchaba. Era su primer concierto y el reencontrarse ahora con esa audiencia el 12 de febrero le trae recuerdos muy especiales. 

“Yo era absolutamente nadie cuando llegué a Miami … Si no hubiera sido por el público cubano, por la gente de Miami, probablemente mi carrera no hubiera tomado el rumbo ni hubiera llegado a donde ha llegado”, admitió el pianista argentino de voz grave y ronca.  

Desde que debutó en 1991, Di Blasio ha grabado 14 producciones discográficas y ha vendido más de ocho millones de discos en todo el mundo, una cifra considerada extraordinaria para un artista de música instrumental.  

Su más reciente álbum, “Primavera”, salió a la venta en el 2007 y para mediados del año próximo estima lanzar un nuevo disco conmemorando sus 20 años de trayectoria, en la que ha incursionado en diferentes géneros musicales, desde el clásico, hasta el popular e instrumental.  

En los últimos años, ha llevado sus conciertos a mercados del Medio Oriente, aunque no ha descuidado a Latinoamérica y Europa. Se ha presentado además junto al pianista Richard Clayderman en Ecuador y República Dominicana, y espera pronto repetir esta experiencia en otros países.  

Di Blasio, que comenzó a estudiar piano de niño en un pequeño pueblo de la sureña provincia argentina de Santa Cruz donde vivía con su familia, nunca pensó que llegaría a ser una figura internacional.  

“Jamás, que te voy a mentir”, dijo rotundamente. “Tenía la ilusión y el entusiasmo de cualquier estudiante de música que quiere surgir, que quiere superarse. (Pero el éxito) no me lo esperaba”.   Sin embargo, acota, debido “a la tenacidad, a la persistencia, a la convicción” de que lo que hace lo hace “de corazón” y “dignamente”, logró trascender el anonimato y convertirse en “El Piano de América”.  

Claro que para ello debió renunciar a muchas otras cosas, dijo Di Blasio, quien se negó a revelar su edad.   La profesión “me ha quitado el tiempo de disfrutar a mis hermanos, a mi familia en Argentina, a mi madre”, manifestó el pianista como pensando en voz alta. “El haberle dedicado tanto tiempo tal vez me hizo descuidar aspectos de mi vida familiar y personal … que ahora quiero cuidar”.  

Sin embargo, concluye que “cuando amas lo que haces, no te arrepientes”.