En República Dominicana 304 mil niños, entre cinco y siete años de edad, se dedican al trabajo infantil, según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR 2009-2010).
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil, en el año 2002, para llamar la atención sobre la triste realidad de niños que trabajan en las peores condiciones y sin tener edad de admisión a un empleo (convenios número 182 y 138).
El trabajo infantil. Se refiere a la participación de niños y adolescentes en formas de trabajo prohibidas, que son social y moralmente indeseables o no apropiados para personas menores de 18 de edad. Si el menor se dedica a laborar en esta etapa de su vida, tiene mayor probabilidad de abandonar sus estudios, dice Daviera Agramonte, de la OIT.
En adición a ésto, las probabilidades de convertirse en delincuentes son más altas para los niños en situación de calle por no tener garantizados los derechos fundamentales de la niñez como: salud, educación, alimentación, techo, recreación y otros.
En el país, a diario y en cualquier semáforo, vemos cómo los menores trabajan limpiando zapatos, vidrios de carros, pidiendo limosnas y vendiendo diferentes artículos.
Niños y adolescentes ocupados en la producción económica. La encuesta ENHOGAR 2009-2010 informó que 380 mil niños y adolescentes están ocupados en la producción económica, para una tasa de 15 por ciento.
De todos los contabilizados como ocupados en la producción económica, el 56 por ciento (212 mil) realiza actividades consideradas como peligrosas, esa cifra equivale al ocho por ciento de todos los niños y adolescentes con edades entre los cinco y 17 años.
El viceministro de Trabajo, Félix Hidalgo, plantea que si hay una ruptura en el sistema de protección del niño y este se ve expuesto a manos de desaprensivos, el canal o tránsito hacia la comisión de trabajos que implican infracción a la ley penal se hace mucho más estrecho. Los niños en situación de calle se encuentran en un ambiente que facilita el contacto directo con personas que pueden influir negativamente en sus vidas y facilitar su inserción al mundo de la delincuencia.
En el mes de marzo el país se enteró a través de los medios de comunicación, de que cinco menores, entre 13 y 15 años, dos de nacionalidad haitiana, mataron a un compañero de siete años. Todos se dedicaban a pedir en semáforos y trabajar como limpiabotas.
Disminución del trabajo infantil. Daysi García, gerente de Planificación y Desarrollo, del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), explica que existe una tendencia a la disminución del trabajo infantil de seis por ciento, porque en el año 2000 la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI-2000), estimó que 436 mil niños y adolescentes entre cinco y 17 años estaban en trabajo infantil, y ENHOGAR 2009-2010, dice que hasta el momento solo 304 mil están en esta actividad.
CONANI, a pesar de que considera que la población de niños que se dedican al trabajo, ha decrecido, entiende que la lucha continúa siendo un gran reto por lo que tiene dentro de sus ofertas, el programa Hogares de Paso, manifiesta García.Hogares de Paso. Constituye una red de centros de primera acogida para niños, niñas y adolescentes en riesgo personal y social, causado por la ruptura de sus vínculos socio-afectivos con la familia o que, aún manteniéndolos, representan una amenaza temporal para su desarrollo. La entrada al recinto sólo es posible mediante un referimiento hecho por la Fiscalía a través de la Consultoría Jurídica del CONANI.
Niños en situación de calle. Fray Tomás, director de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced, explica que son niños que viven en condiciones muy precarias y que tienen una desestructuración familiar. Es decir, algunos tienen ausencia del padre o de la madre, o viven con su abuela. Además, no saben cómo socializar con otros niños, no saben jugar y viven como adultos sin serlo.
Fray Tomás entiende que hace falta de manera urgente la cooperación y unión de la sociedad civil, la familia, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, para ayudar a los infantes que están en las calles, ya que estos lo hacen para conseguir dinero y de no tomarse la prevención inmediata podrían convertirse en atracadores o narcotraficantes.
Plantea que en cuanto a la inseguridad ciudadana del país, la gente tiene la percepción de que ha desmejorado, a diario se ven y se escuchan en los noticiarios informaciones delictivas preocupantes y los organismos encargados del orden hacen sus esfuerzos por contrarrestar ese mal, pero deben irse a la raíz del problema.
Los menores son víctimas de la explotación cruel y penalizada como lo es el trabajo indebido, y de no tomar las medidas de prevención a tiempo, podría aumentar la delincuencia.