Día de la Constitución: ¿deberíamos celebrar?

Día de la Constitución: ¿deberíamos celebrar?

Roelisabell García Rossó

En el  171 aniversario de nuestra Carta Magna me pregunto: ¿qué celebramos después de 39 modificaciones de las cuales 33 han sido para permitir la reelección?

Después de ver como en cada oportunidad los poderes que ella estructura negocian a sus espaldas,  ver como el documento que debería frenar la ambición que acecha a aquellos que llegan a ostentar el poder solo sirve de adorno, me pregunto ¿Deberíamos celebrar?

Alegría y orgullo debe sentir el pueblo dominicano un día como hoy en que conmemoramos nuestra primera ley fundamental y con ella las bases de nuestra soberanía, firmada por 32 hombres aquel 6 de Noviembre de 1844 en San Cristóbal. Pero no, ese gozo debemos de guardarlo hasta el lunes que para el beneficio de todos es que tendremos feriado ¡Y total! ¿Qué más da, que sea hoy o mañana o cuando convenga? Es buena forma de homenajearla, pues así de maleable es nuestra Constitución.

Son 171 años de lo que para muchos es solo un pedazo de papel, un simple papel que casi todos mencionan, que pocos conocen a fondo y peor que la mayoría ignora cuando atenta contra sus intereses, intereses particulares que ya la maltratada, ultrajada y denigrada Carta Magna no puede frenar porque con cada acción de los que ella ha legitimado cada vez se acerca a ser  letra muerta.

Cada año habrá menos que celebrar si con los hechos el único legado para las nuevas generaciones es el irrespeto y relajo a la ley de leyes y todas las contenidas en ella.

Pero ojo, el problema no es ni tal partido, ni aquel. Somos todos, los dominicanos, quienes bajo sus letras somos nacionales y la hemos desamparado, callando nuestra voz, siendo indiferentes y olvidando los deberes que claro y detallado ella dicta.

Entonces siendo testigos y víctimas de las violaciones sistemáticas a la Constitución, de los atentados contra la democracia y de los fallidos intentos de fortalecer el estado de derecho, hoy prefiero bajar la cabeza y reflexionar sobre si en algún momento tendremos motivos para volver a celebrar el 6 de Noviembre.