Día de la Mujer: muchos discursos y pocas políticas públicas

Día de la Mujer: muchos discursos y pocas políticas públicas

Millizen Uribe

Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer. La fecha, más que celebrar, busca recordar, reconocer y emular la lucha que a través de la historia protagonizaron mujeres a favor del reconocimiento de sus derechos.
En República Dominicana, es costumbre, que en días como éste, medios y escenarios políticos, sociales y económicos estén copados de discursos en los que dirigentes, portavoces y líderes felicitan a las mujeres dominicanas por sus avances. A esto se sumará, dado el contexto electoral, las promesas de distintos frentes de campaña de constituir gobiernos a favor de las mujeres.
Pero, los restantes 364 días del año suelen caracterizarse por falta de las políticas públicas necesarias para romper, de raíz, con la discriminación y las violencias físicas, económicas, sociales y políticas que afectan a las mujeres dominicanas, sobre todo a aquellas que pertenecen a los sectores más empobrecidos del país.
Se han tomado medidas. Entre las más recientes vale citar construcción de estancias infantiles. implementación de tanda extendida, feminización del crédito en Banca Solidaria, entre otras. Pero se echa de menos la voluntad política en temas más neurálgicos y estructurales como son la educación, las legislaciones y la participación política.
Y es que tomando en cuenta que la visión de la mujer como ser inferior y carente de derechos ha sido una construcción histórica, hecha desde aspectos sociales, educativos, políticos y económicos, las medidas deben ser multifactoriales y mucho más contundentes, máxime cuando vemos cómo esta visión le está costando la vida a cientos de dominicanas cada año.
Más que discursos, hace falta que en el Congreso deje de prevalecer el miedo a las iglesias, se impongan los intereses de las mujeres y no se engaveten, sino que sean aprobadas, las leyes que buscan eliminar la violencia contra las mujeres y garantizarle derechos, incluyendo los sexuales y reproductivos, como pasa ahora.
En la educación hogareña es necesario educar niñas y niños sin la clásica división sexual de roles domésticos, sino abogando por participación igualitaria. En la académica, la equidad de género debe ser transversal en textos e imágenes usados para docencia y, que de una vez y por todas, el Gobierno central y los legisladores dejen el miedo a las iglesias e incorporen la educación sexual al currículo.

En lo laboral, corregir el desajuste entre formación académica, acceso a puestos de trabajo y salario, rompiendo antes la división sexual del trabajo, expresada incluso en ministerios del Gobierno.

Actualizar disposiciones como la licencia por maternidad, que debe ser ampliada e incluir el mismo tiempo para el hombre, rompiendo la visión de que el cuidado de hijos e hijas es sólo responsabilidad de la mujer.

En la Salud urge disminuir las cifras de mortalidad materna y de embarazos no planificados en adolescentes y mujeres adultas.

¿Y qué decir de la participación política? Entendiéndola como herramienta macro para impulsar cambios económicos, políticos, sociales y culturales, se deben lograr desde planes de gobiernos con equidad de género hasta  más mujeres comprometidas en los puestos públicos y asignación de presupuestos suficientes para entidades que trabajen este tema.

Y es que el compromiso con la mejora de vida de las mujeres dominicanas no se expresa sólo escogiendo féminas para las candidaturas vicepresidenciales. Desde el punto de vista del marketing electoral esto favorece, pero son las políticas públicas la expresión real de la voluntad política. Y esto le urge a las mujeres dominicanas.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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