San Nicolás de Bari es el santo del cual se origina la figura de Santa Claus o Papá Noel.
Aunque no se sabe mucho de él, según libros relatan que este es el patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía y uno de los santos más destacados de la antigüedad.
El santo heredó una gran fortuna a causa de la temprana muerte de sus padres, que contrajeron la peste y no lograron sobrevivir. Nicolás, en consecuencia, pone este dinero al servicio de los más necesitados. Tanto es así, que el santo adquiere una gran fama, lo que genera que más de dos mil templos en el mundo se consagren a su figura.
La generosidad de este santo viene desde que era niño. «Sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto», decía Nicolás a sus padres.
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Según señala el medio internacional ¨El Español¨, tras repartir sus riquezas, Nicolás ingresó en un monasterio para dedicar su vida a Dios. Pero sin duda, son los niños las personas con las que Nicolás tiene una mayor afinidad.
Lo pintaban con unos niños, porque los antiguos contaban que un criminal hirió a cuchillo a varios menores, y el santo al rezar por ellos obtuvo su curación instantánea.
Por ello, en su fiesta comienza la tradición de repartir dulces y regalos a todos los niños. Como el nombre de Nicolás en alemán es Nikolaus, San Nicolás comenzaría a popularizarse como Santa Claus.
Se piensa que muere el 6 de diciembre del 365, de ahí que la Iglesia celebre el santo de Nicolás de Bari este día.