El periodismo, un oficio basado en procesar información cotidiana, ha experimentado cambios impensables, incluso 10 años atrás. En la década de los 80, por ejemplo, con las máquinas Olimpia resonando en las salas de redacción, era inimaginable la posibilidad de divulgar hechos con la instantaneidad que permite Internet.
Hoy, Día del Periodismo Nacional, se puede señalar que el ejercicio periodístico nunca será igual. En estos tiempos, los periodistas trabajan bajo la impronta de la actualización constante, teniendo de frente la interacción con un público, generalmente activo, que exige celeridad y quiere participar.
Cuando no existían las computadoras, trabajar una noticia, implicaba escribir rápida y cuidadosamente. Si se cometía un error era necesario comenzar otra vez. Nada que ver con las facilidades actuales de escribir y reescribir, quitar y poner y modificar la disposición de las palabras, sin que implique pérdida de tiempo.
Igualmente, la transmisión de información desde la fuente. No hace falta llegar a la redacción para dar una primicia. Basta tener un teléfono celular, preferiblemente inteligente, capaz de transferir textos, imágenes y videos al instante.
Lo cierto es que subir cualquier información, escrita o audiovisual a la web, implica que el mundo entero tendrá la posibilidad de verla de inmediato.
Las redes sociales, especialmente Facebook y Twitter, potencializan las posibilidades de interacción, de tal manera que, al escribir algo y subirlo, siempre es útil Compartir y Twittear. En lo adelante, los usuarios replican, apoyan o ignoran las informaciones puestas a su disposición.
A pesar de todo, lo mejor del viejo periodismo, es decir, la ética y el interés colectivo, permanecen como parte del deber de todo aquel que lo asuma como oficio.
Asimismo persisten obstáculos como la baja remuneración, la inseguridad, la censura, la autocensura y la resistencia de muchos periodistas a entrar a esta vorágine de nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).
Sobre el Día Nacional del Periodismo. Se celebra el 5 de abril para conmemorar la publicación, en 1821, del Telégrafo Constitucional, primer periódico dominicano.