Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

La Campaña 28 de Mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, tiene este año como demanda principal el respeto al Programa de Acción a que se comprometieron 179 países reunidos en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo, Egipto, en el año 1994.

A diez años de dicha Conferencia, los compromisos allí asumidos de manera discursiva se ven amenazados por la presión de grupos fundamentalistas empeñados en excluir puntos que son nodales para un verdadero ejercicio de los derechos sexuales y los derechos reproductivos.

¿Por qué es tan trascendente este programa para la vida de las mujeres en particular y para la población en general? Porque, en oposición a enfoques demográficos anteriores, abordó el tema de población vinculándolo al desarrollo humano, la protección del medio ambiente, la condición de las mujeres, la salud integral, el bienestar individual y colectivo, la igualdad y la equidad de género y el respeto de los derechos humanos.

Explícitamente, la Conferencia de Cairo reconoció que es imposible alcanzar el desarrollo sin el empoderamiento de las mujeres, entendiéndose como tal su capacidad de ser autónomas y de tomar decisiones responsables e informadas sobre sus vidas y rechazar toda forma de discriminación y maltrato.

Por primera vez una cumbre mundial reconoció los derechos reproductivos como derechos humanos definiéndolos como el derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos/hijas, cuándo tenerlos o no tenerlos, a disponer de la información y medios para poder ejercer estos derechos, y, en consecuencia, alcanzar el nivel más elevado posible de salud sexual y reproductiva.

El Programa de Acción ratificó el derecho inalienable de las personas al libre ejercicio de su sexualidad y la reproductividad sin ninguna a forma de discriminación, coerción ni violencia. También instruye a los gobiernos a proveer a la población servicios de calidad de planificación familiar; en salud reproductiva, de manera integral para garantizar que la maternidad sea un proceso saludable y que las mujeres puedan disfrutar de salud y bienestar en todos los ciclos de su vida.

En Cairo se abordó, incluso, una problemática que, a pesar de ser prioritaria para las mujeres, ha sido silenciada: el aborto inseguro, al que definió como grave problema de salud pública al tiempo que exhortó a los gobiernos a reducir su incidencia y dar un trato humanitario a aquellas mujeres que sufren complicaciones por esta causa.

Este consenso entre naciones reconoció a mujeres y varones adolescentes como sujetos de derechos, con necesidades específicas en salud sexual y reproductiva que deben ser atendidas con calidad de atención y confidencialidad. Y algo clave: llamó a los hombres a asumir la responsabilidad por su comportamiento sexual y reproductivo y a compartir el cuidado de sus hijos e hijas.

¿A QUE SE COMPROMETIO EL GOBIERNO DOMINICANOAL FIRMAR EL PROGRAMA DE ACCION DE CAIRO?

Entre otras cosas, a:

1. Cambiar el enfoque sobre población y desarrollo hacia un enfoque basado en los derechos de las personas que sitúe la salud y el bienestar de las personas como lo determinante en el diseño de políticas y programas de población y desarrollo.

2. Reconocer y respetar los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las personas, lo que implica disponer de servicios de información, comunicación, educación y de salud oportuna, adecuada y suficiente para garantizar un estado de pleno bienestar físico, mental y emocional, así como el ejercicio satisfactorio, responsable y seguro de la vida sexual de las personas.

3. Incorporar una visión integral de la salud basada en los derechos que garantice a las personas alcanzar los más altos estándares de información y de servicios de salud libres de discriminación, coacción y violencia.

4. Incorporación de la salud sexual y la salud reproductiva como un eje en sí mismo en las políticas y los servicios de salud.

5. Abordar la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes en un enfoque integral que reconozca sus derechos, sus intereses y sus particularidades como grupo poblacional.

6. Garantizar condiciones de igualdad de oportunidad y equidad de género, social y económica en los servicios de salud de manera particular y en general en las políticas de desarrollo.

7. Promover la incorporación de la responsabilidad masculina en la planificación de la familia y en todo lo relativo a preservar la salud.

8. Asumir el Plan de Acción de Cairo como instrumento de políticas públicas en nuestro país.

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