Mariéme Jamme quiere seguir cambiando el mundo por medio de la programación. La senegalesa conoce como pocos el poder de transformación de la tecnología. Abandonada por su madre desde niña, fue llevada ilegalmente a Francia a los 13 años. Hoy es reconocida mundialmente por su trabajo como programadora y activista: “La tecnología es una habilitadora, me habilitó para estar aquí hoy. Pero precisamos usarla de forma a que haga el bien”, afirma.
Cada cuarto jueves del mes de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación. La fecha, instaurada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) con el objetivo de alentar las vocaciones tecnológicas en las niñas y jóvenes, vuelve a sacar a la luz una realidad: los prejuicios, las normas sociales y las expectativas limitan la calidad de la educación y de las asignaturas que estudian muchas niñas y mujeres.
Tanto la educación como la igualdad de género son parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015. La ciencia, la tecnología y la innovación son elementos clave para los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para abordar el cambio climático, la seguridad alimentaria, la atención en salud, y la administración de recursos limitados como el agua dulce.
Sin embargo, según el informe emblemático de la UNESCO “Descifrar las claves: la educación de las mujeres y las niñas en materia de STEM ((Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)”, sólo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM en la educación superior son mujeres.
Sólo el 3% de las estudiantes de la educación superior, por ejemplo, escoge realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Estas disparidades de género son más alarmantes cuanto entendemos que las carreras vinculadas con las STEM constituyen los empleos del futuro.
Por eso, Oracle quiere celebrar este día para animar a más niñas a estudiar tecnología. Para Luis Marrero, gerente de Oracle Caribe, “hay que promover en las niñas el gusto por las matemáticas y la tecnología porque con ellas van a poder crear posibilidades infinitas. A las niñas hay entregarles herramientas para que adquieran habilidades y experiencias con las que pueden resolver los retos de hoy”.
Y asegura que “incentivar el interés por los estudios de la tecnología constituye el gran desafío de la educación de hoy y las nuevas profesiones. La clave está en trabajar en el entorno de las escuelas, con programas de concientización dirigidos a padres, talleres para despertar las vocaciones STEM y campañas que eliminen los estereotipos de género. De la mano debe ir un programa de formación en perspectiva de género y de capacitación en habilidades digitales para profesores”, insiste.