El 21 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, con el fin de impulsar el diálogo, la educación y la comprensión a cerca de las diversidad racial que conforma a la sociedad, basándose en la igualdad, el respeto y la justicia.

Esta efeméride fue proclamada mediante la Resolución 2142 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada el 26 de Octubre de 1966, debido a que ese día (21 de marzo), en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 hombres, niños y mujeres durante una manifestación pacífica contra las leyes de pases del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica. 

El tema elegido este año fue: “Un decenio de reconocimiento, justicia y desarrollo: Aplicación del Decenio Internacional para los Afrodescendientes”. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la elección de este tema se encuentra vinculado al Decenio Internacional para los Afrodescendientes, que abarca el periodo comprendido entre 2015 y 2024. Al proclamar este Decenio, la comunidad internacional reconoce que los afrodescendientes representan un grupo diferenciado, cuyos derechos humanos deben promoverse y protegerse.

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Evidentemente, la discriminación racial es una situación que sigue muy latente en todo el mundo y que se eleva como un reflejo de las tantas secuelas que han dejado en la sociedad la esclavitud y el colonialismo. Hoy por hoy sigue siendo un tema de preocupación, pues estos atropellos a diario le impide a una gran parte de la población mundial, disfrutar de manera plena de sus derechos y libertades, ya sea por su descendencia o color de piel, reduciendo a nada la vida de miles de personas.

Es por esto que, en su resolución más reciente la ONU se aseguró de enfatizar que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de razas humanas separadas y, reiteró que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen la capacidad de contribuir de manera constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad.