La bicicleta es destacada por la ONU como un medio de transporte amigable con el medioambiente (Getty)
Este lunes 3 de junio es el Día Mundial de la Bicicleta, una efeméride avalada en 2018 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Según el organismo, esta jornada “llama la atención sobre los beneficios de usar la bicicleta, un medio de transporte simple, asequible, limpio y ambientalmente sostenible”.
En ese sentido, esta actividad deportiva “tiene grandes bondades para la salud, ya que puede reducir el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte”.
En esa sintonía, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ofrecer una infraestructura segura para las actividades físicas, como andar en bicicleta, “es el camino para alcanzar una mayor equidad en materia de salud. Para los sectores urbanos más pobres, que no pueden permitirse vehículos propios, ir a pie o en bicicleta se puede convertir en su medio de transporte. La mejora del transporte activo (caminar, montar en bicicleta o usar el transporte público) no es por tanto solo una cuestión de salud: puede suponer una mayor equidad y eficacia en cuanto a los costes también”.
Para moverse por la ciudad, para hacer ejercicio o bien para divertirse con amigos, andar en este rodado es una actividad frecuentemente elegida por los seres humanos de todas las edades.
El doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires, INBA y también ciclista recreativo explicó a Infobae: “La ciencia respalda los beneficios del ejercicio para la salud mental, y cada vez hay más estudios que sugieren que andar en bicicleta puede ser especialmente beneficioso. Se cree que esto se debe a las habilidades cognitivas que se ponen en juego al andar en bicicleta, como el equilibrio y la toma de decisiones”.
El doctor Andersson afirmó que andar en bicicleta es una de las actividades que más pueden mejorar la salud mental por varias razones:
– Ejercicio físico: Al andar en bicicleta, se realiza un ejercicio aeróbico que estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores que generan sensaciones de bienestar y reducen el estrés y la ansiedad.
– Estimulación cerebral: Andar en bicicleta requiere habilidades de la función ejecutiva, como el equilibrio, la coordinación y la toma de decisiones. Estas habilidades implican un procesamiento cerebral constante, lo que puede fortalecer la función cognitiva y la agilidad mental.
– Conexión con la naturaleza: Muchas veces, andar en bicicleta implica estar al aire libre y en la naturaleza, lo que puede tener efectos positivos en la salud mental. Esta exposición se ha relacionado con la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo.
– Socialización: Esto contribuye a construir relaciones positivas y aumenta el sentido de pertenencia y comunidad. La socialización es importante para el bienestar mental.
– Sensación de logro: Al completar rutas en bicicleta o alcanzar metas personales, como aumentar la distancia recorrida o superar obstáculos, se experimenta una sensación de logro que puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
En cuanto a cómo beneficia al cerebro, se cree que el ciclismo puede tener los siguientes efectos positivos, explicó el doctor Andersson:
– Estimulación del crecimiento celular: La actividad física, como el ciclismo, se ha asociado con la promoción del crecimiento de nuevas células cerebrales en regiones relacionadas con la memoria y la resolución de problemas. Esto puede mejorar la capacidad cognitiva y la capacidad para recordar.
– Fortalecimiento de conexiones neuronales: El ciclismo requiere que el cerebro procese información constantemente, como evaluar el entorno para evitar obstáculos y tomar decisiones rápidas. Esto puede fortalecer las conexiones entre las neuronas, lo que mejora la función cerebral en general.
– Mejora de la atención: La práctica regular del ciclismo puede favorecer la capacidad de atención y concentración. Esto puede ser especialmente beneficioso para los niños y jóvenes en edad escolar.
Andersson señaló que así como existe una euforia del corredor, que se hace presente al llegar a la meta de una carrera, por ejemplo, también se da la “euforia del ciclista”. “Se presenta en todos los deportes aeróbicos como el running. ‘El subidón del corredor’ o runner’s high no solo se debe a las endorfinas, como siempre se dijo, sino también a los endocannabinoides. Estos últimos son neurotransmisores similares a los componentes activos del cannabis. Tienen efectos neuroprotectores y antiinflamatorios, y pueden contribuir a la reducción de la ansiedad y a la mejora del estado de ánimo”, afirmó.
Además, como explicó la doctora Maffei, la actividad física mejora el bienestar general porque hace que nuestro cuerpo libere las cuatro hormonas que componen el llamado “cuarteto de la felicidad” y sus beneficios son:
1. Serotonina: es conocida como la “hormona de la felicidad”, eleva la autoestima y la confianza. La práctica de actividad física favorece su liberación porque implica la superación de desafíos.
2. Endorfinas: son las “hormonas del bienestar físico” y “se liberan durante el ejercicio, el orgasmo y en situaciones de estrés o dolor. Actúan como analgésicos naturales, reduciendo la sensación de malestar y generando una sensación de euforia”, dijo Maffei.
3. Dopamina: Es el neurotransmisor del placer. Andersson explicó: “Está relacionada con la motivación, el placer, la atención y la satisfacción. La liberación de dopamina en el cerebro se asocia con la sensación de logro, recompensa y felicidad. Además, desempeña un papel importante en la regulación del movimiento y la coordinación”.
4. Oxitocina: se la conoce como la “hormona del amor”. La oxitocina, en el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones de confianza, empatía y generosidad. Con un paseo en bici en grupo, por ejemplo, se establecen relaciones interpersonales que favorecen la liberación de esta hormona.
Consejos para pedalear mejor
Como médico y como ciclista, el doctor Andersson dio estos consejos para practicar el ciclismo:
– La frecuencia de pedaleo debe ir entre 60 y 100. La velocidad y el esfuerzo deben adecuarse a las pendientes y se regulan con los cambios.
– Los pies siempre deben estar sobre los pedales apoyando en la zona media y no la punta; deben mantenerse paralelos al piso y cuando los miramos de arriba también deben verse paralelos. Las rodillas en su punto más alto deben tender a ir a la linea media sobre el caño.
– Chequear que la bici esté bien regulada para el tamaño y tipo de cuerpo. Esto incluye la altura del asiento, la altura del manubrio, la posición de los frenos y cambios, y la longitud de las bielas (las piezas que conectan los pedales con la cadena).
– Buena postura de la espalda: mantenerla erguida y en posición neutral en la bicicleta. No encorvarse ni estirarse demasiado. Esto dependerá del tipo de bicicleta: de paseo, urbana, playera, rutera, mountan bike, etc…
– Intentar repartir el peso de manera uniforme entre el manubrio y el asiento. No apoyar demasiado peso en las manos, porque eso puede dormir los brazos.
– No agarrar el manubrio con mucha fuerza. Mantener un agarre relajado para evitar que se adormezcan las manos.
– Prestar atención a las señales del cuerpo. Si se siente dolor o molestias al andar en bici, detenerse y ajustar la postura o la bici según lo que se necesite. No ignorar los síntomas de lesiones.