Cada 9 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tortilla de Patata. Las hay para todos los gustos. Unos comensales la prefieren más cuajada, mientras que otros se decantan por una tortilla suelta. Los hay que no la soportan con cebolla, sin embargo, también hay quien prefiere masticar sus capas.
Los principales ingredientes de las tortillas de patata que cada mañana sale a la barra de millones de bares son huevos y patatas. Es una comida que salva un almuerzo rápido, una cena entre amigos o una comida de domingueros.
Origen
Sobre cuál fue la primera tortilla de patatas hay diversidad de opiniones.
De hecho, no es difícil llegar en Internet hasta la leyenda del general Tomás de Zumalacárregui, probablemente la más extendida. Según cuenta la historia, este general fue quien inventó en 1835 la tortilla de patatas como una manera rápida y sencilla de alimentar a sus tropas durante las guerras carlistas.
Otros, la han visto en el libro ‘Ouverture de Cuisine’, publicado en Lieja, en 1603, y firmado por Lancelot de Casteau, que fue cocinero de tres obispos de esa ciudad la supuesta primera tortilla de patatas de la historia, aunque no hay unanimidad.
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De manera que aunque hubiera nacido en Lieja, que es mucho afirmar porque Casteau no nos cuenta de dónde sacó la receta, la tortilla de patatas seguiría siendo, incluso por origen, el as de oros de la gastronomía española, en felicísima definición del maestro Néstor Luján.
Receta
Cortad la patata en rodajas y ponedla a freír con mantequilla, mejorana picada y perejil; después tomad cuatro o cinco yemas de huevo batidas con un poco de vino y vertedlas sobre lo anterior, muy caliente; separadlo del fuego y servidlo«.