Hoy 
ALEJANDRO HERRERA CATALINO
Por resolución de Las Naciones Unidas, el 5 de Junio se conmemoró el Día Mundial del Ambiente, fecha apropiada para hacer un balance sobre el estado de los recursos naturales, el ambiente, las políticas ambientales y las reformas institucionales atinentes a este sector como forma de saber si ya hemos pasado de la denuncia a las realizaciones.
Una evaluación rápida del estado de los recursos naturales revela que en este año, con relación al anterior, se ha registrado una degradación mayor, es decir que hoy hay menos bosques, y posiblemente menos diversidad biológica.
Recordemos que hace tres meses, varios parques nacionales ardieron en llanas, siendo los mas afectados los ubicados en la Cordillera Central. Sus daños, aunque cuantiosos, no han sido cuantificados oficialmente.
En tanto, las respuestas del Estado a esas y otras acciones degradantes siguen siendo reactivas y, en algunos casos, indiferentes en vez de proactivas. Hoy son más ausentes las campañas de reforestación de empleados públicos, privados y estudiantes de escuelas y colegios. Pero hoy son más presentes los incendios provocados por la agricultura migratoria, como reacción injustificada al incremento de la pobreza. Hoy es más acelerado el poblamiento dentro de áreas protegidas como materialización del deseo exclusivista de unos cuantos ricos, por cierto inconscientes, quienes han hecho de estas acciones contra los recursos naturales su nueva fantasía.
Por otro lado, hay quienes con mucha razón cuestionan la existencia de una Secretaría de Medio Ambiente porque en casi cinco años de haberse creado no ha provocado un cambio significativo en el cumplimiento de la Agenda XXI y mucho menos de los Objetivos del Milenio en lo relativo al ambiente y los recursos naturales. La razón es simple. Antes las autoridades actuaban con arbitrariedad y eso era malo; hoy se actúa o no se actúa, pero al final las sanciones, multas o penalizaciones no se cumplen o no se hacen cumplir; es peor. Por igual, siguen olvidadas las reformas sectoriales pendientes para organizar el uso, manejo y conservación de los recursos agua, biodiversidad, la territoriedad, las áreas protegidas, en una posible reformulación de la ley vigente, etc.
Un último aspecto lamentable en el marco de conmemorarse el Día Mundial del Ambiente es que seguimos con el Rockash dentro del territorio nacional, ahora diseminado por muchas más partes y su volumen disminuido, sin certeza sobre cuándo se irá a cumplir la voluntad del presidente de la República, el doctor Leonel Fernández, quien prometió durante la campaña y reafirmó en Samaná al asumir la presidencia que «el rockash es pa fuera que va»
Entonces, amigos y amigas, al conmemorarse el Día Mundial del Ambiente, el balance en el país es lamentablemente negativo, y lo peor es que seguimos imbuidos en denuncias permanentes de violaciones a una ley que debe aplicarse, de políticas y reformas que no llegan y de un marco institucional que todavía no se diferencia del estado vigente cuando no existía la Ley 64-00.
