Este 15 de octubre, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se une a gobiernos, sociedad civil, empresas y entidades no lucrativas para celebrar el Día Mundial del Lavado de Manos (Global Handwashing Day, GHD), una jornada dedicada a aumentar la conciencia sobre la importancia de la higiene de manos y de fomentar un cambio duradero desde las políticas y los servicios, hasta la acción comunitaria.
“Esta iniciativa se ha convertido en una oportunidad anual para diseñar, probar y replicar formas creativas de alentar el lavado de manos en los hogares, así como en los servicios de salud y en las escuelas, ya que esta simple práctica puede prevenir muchas enfermedades”, dijo Carlos Carrera, representante de UNICEF en República Dominicana.
El lavado de manos es esencial para la vida porque detiene la propagación de gérmenes, bacterias y virus que pueden causar enfermedades graves. Al lavarse las manos con jabón en momentos críticos, como antes de comer y cocinar o después de usar el baño, se reduce de manera significativa el riesgo de infecciones respiratorias, diarreas y otras enfermedades transmisibles. Esto no sólo protege la salud individual, sino que también contribuye a la salud pública, al prevenir brotes y reducir la resistencia a los antimicrobianos, mejorando la calidad de vida y salvando millones de vidas cada año.
En los servicios de salud, el lavado de manos antes y después de cada procedimiento o atención al paciente, elude infecciones asociadas a la atención de salud en casi un 50 %, y por tanto contribuye a reducir la mortalidad.
Por tal razón, el lema de la conmemoración en este año es ‘¿Por qué siguen siendo importantes las manos limpias?’. “Aunque la pandemia de la COVID-19 ayudó a aumentar la concienciación sobre la higiene de manos, este comportamiento esencial no debe perderse de vista. El lavado de manos es básico, no sólo en situaciones de emergencia, sino también en la vida diaria, ya sea en centros sanitarios, educativos o en nuestras propias casas”, agregó Carrera.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6.2, busca lograr el acceso universal a instalaciones básicas para el lavado de manos en el hogar. Sin embargo, según los datos del informe de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR MICS 2019), efectuada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y el UNICEF, únicamente el 52.4 % de los hogares en la nación dominicana cuentan con una instalación fija para lavarse las manos, mientras que el 14 % usan una instalación móvil. El 11.9 % no tienen un lugar identificado para lavarse las manos. Asimismo, sólo el 59.8 % de los hogares tienen agua disponible en su instalación de lavado de manos, mientras que el 88.3 % tienen jabón o detergente.
Lavarse las manos salva vidas: los beneficios comprobados
La evidencia científica respalda los múltiples beneficios de la higiene de manos. Lavarse las manos con jabón puede:
- Reducir las enfermedades diarreicas en un 30 %.
- Disminuir las infecciones respiratorias agudas hasta en un 20 %.
- Jugar un papel fundamental en la reducción de la transmisión de patógenos en brotes como el cólera, ébola, SARS, hepatitis y COVID-19.
- Proteger contra las infecciones asociadas a la atención sanitaria y limitar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
- Contribuir a la reducción de las Enfermedades Tropicales Desatendidas.
- Además, el lavado de manos tiene beneficios sociales más amplios, como la disminución del absentismo escolar y la mejora del bienestar, la dignidad y la productividad.
Un esfuerzo conjunto: el papel de los diferentes actores
“Para que el impacto de la higiene de manos sea duradero y accesible para todos, es fundamental que gobiernos, empresas, académicos y comunidades trabajen de manera coordinada en políticas públicas para el fomento del lavado de manos, así como una mayor inversión en el desarrollo de infraestructuras en hogares, servicios de salud, educación y otros espacios públicos”, aseguró el principal vocero de UNICEF.
El organismo internacional remarcó que para el logro del objetivo se hace preciso que: los gobernantes integren la higiene de manos en sus planes nacionales de salud, de resiliencia y de desarrollo a largo plazo; las empresas garanticen que las prácticas de higiene de manos sean prioridad en sus entornos laborales, al igual que mejorar el acceso a jabón en comunidades de mayor vulnerabilidad; la academia realice más investigación para llenar los vacíos de conocimiento, y así traducirlos en estrategias efectivas de intervención. La escuela como espacio educativo puede contribuir a que los profesores cooperen para crear en los niños, el hábito del lavado de manos.
“¿Por qué siguen siendo importantes las manos limpias? La respuesta es clara: porque son esenciales para la salud pública, la dignidad humana y el bienestar global. Mantener las manos limpias no sólo previene enfermedades, sino que contribuye a un mundo más seguro y saludable para todos”, puntualizó el representante.
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