Debido a que el 21 de marzo es el inicio de la Primavera para el hemisferio Norte y el del Otoño para el hemisferio Sur, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) escogieron esta fecha para celebrar mundialmente el Día Forestal.
Esta fecha y lo que ella conlleva es un espacio de reflexión para valorar el bosque, no ya sólo desde la perspectiva romántica y preciosista del papel de los árboles en la naturaleza y su condición eco sustentable, sino que cada vez más el bosque puede ser valorado como el principal regulador del ciclo del agua y el clima, fabricando oxígeno y retirando el dióxido de carbono de la atmósfera, controlando las inundaciones, evitando la erosión y reteniendo el suelo fértil.
Pero además, los bosques son una innegable fuente de sustentación de la economía de un país a través de la producción de madera, alimentos, medicamentos y otros productos. La selección de bienes y servicios sociales, económicos y ambientales contribuyen a garantizar la seguridad alimentaria y las economías nacionales a través de la producción de recursos forestales.
En la actualidad, los recursos forestales han cobrado inusitada importancia ya que el Estado está revalorando su función como incentivo a la inversión privada a partir de la posible aprobación de la Ley de Fomento Forestal, a través de la cual el Estado otorgaría subsidios y exoneraciones fiscales a fin de garantizar el capital de inversión y su posterior retorno.
De ser puesta en vigencia, la Ley de Fomento Forestal aprovecharía las ventajas comparativas que posee República Dominicana en el sector forestal, incentivaría la reforestación en suelos de baja productividad ganadera, intensificaría sus usos y generaría riquezas que ahorrarían al país más de 200 millones de dólares anuales en divisas por concepto de importación de productos maderables.