Cuando tenía ocho años fabriqué lo que sería mi primer vicio, un “pachuché”, que es un cigarrillo casero elaborado con tabaco puro de andullo, que era el que mi padre utilizaba para rellenar su pipa. Él lo cortaba con un cuchillo bien afilado en tirillas bien finas y, mirando cómo lo hacía, fabriqué un cigarrillo con papel de traza blanco. Fumé un poco y le di a mi hermano; al cabo de un rato caímos los dos desmayados. Por suerte, nuestra madre llegó y encontró el drama. No sé con qué nos quitó la intoxicación, pero la pela fue segura y ninguno de los hermanos tenemos el vicio de fumar.
Los niños hacen lo que ven de sus padres; el hogar es, sin dudas, la primera escuela que tenemos. El ejemplo de nuestros padres es fundamental en la formación del individuo.
Esta información viene al caso porque hoy se celebra el Día Mundial sin Tabaco, ocasión en que la Organización Mundial de la Salud llama a los Gobiernos a legislar para regular la publicidad de la industria tabacalera tras advertir que cada año mueren ocho millones de personas en el mundo por el efecto dañino del tabaco.
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Con el lema “Proteger a los niños de la interferencia de la industria tabacalera”, la OPS/OMS informa que la industria está detrás de una nueva generación de fumadores y que el 65.8% de los niños entre los 13 y 15 años no tuvo problemas para comprar cigarrillos pese a su edad.
Hay mil trescientos millones de consumidores de tabaco en el mundo, más de siete millones de fumadores activos, y más de un millón de no fumadores expuestos al humo en las Américas.
“El tabaco es el único producto de consumo legal que mata a la mitad de sus consumidores”, precisa el informe del organismo internacional a propósito del Día Mundial sin Tabaco. Agrega que la industria gasta más de ocho mil millones de dólares en marketing, dirigido principalmente a los niños a través de las redes sociales, las plataformas y el streaming.
Los nuevos y potenciales fumadores son los jóvenes, quienes comienzan con los cigarrillos electrónicos, que son los futuros y potenciales consumidores. Fue impactante ver a un bebé de 9 meses con un chupete y la publicidad que decía “Mi primer Vaper”; lo vimos en un foro virtual.
La Organización Mundial de la Salud ha emitido unas directrices que deben cumplir los gobiernos para proteger a los niños de la publicidad del uso del tabaco en todas sus formas.
La primera de estas directrices precisa que los gobiernos deben hacer cumplir la prohibición de la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, aumentar los precios y los impuestos de los productos de tabaco y nicotina, prohibir la venta de estos productos a los niños, proteger las políticas de control del tabaco de la interferencia de la industria y tomar medidas contra los productos y el marketing que atraen a los niños.
Las directrices explican que los Gobiernos deben responsabilizar a la industria e imponer sanciones por las infracciones a las leyes nacionales con prohibiciones de publicidad, promoción y patrocinio, así como por los daños a la salud y al medio ambiente.
Las directrices son exigentes y colocan al país en un gran desafío por el peso de la industria.